Granada

Docentes y alumnos se echan a la calle contra el Plan Bolonia y el de Calidad

  • La Universidad de Granada estrena nuevo equipo de Gobierno con Francisco González Lodeiro al frente · Unos 59 centros de Primaria y Secundaria se suman al bilingüismo

Nuevos responsables en la educación obligatoria y en la universitaria con grandes proyectos para su legislatura, trasvase de competencias, planes polémicos que han sacado a la calle a sus usuarios, saturación de centros, nuevas infraestructuras y diagnósticos que ponen contra las cuerdas al sistema educativo. 2008 ha sido un año convulso para la educación y un preludio de lo que viene.

La Universidad de Granada (UGR) arrancó el año con una bocanada de aire fresco en los puestos directivos de toda la institución académica. El catedrático en Geología Francisco González Lodeiro se hacía con las riendas del Rectorado tras ganar las elecciones a finales de 2007 e inició una renovación de los puestos clave.

Uno de los primeros proyectos que puso en marcha el nuevo rector fue el de crear una Unidad de Igualdad que velara por la paridad entre hombres y mujeres en los distintos puestos que se ofertan en la Universidad.

Por su parte, al tiempo que una granadina, Teresa Jiménez, era nombrada consejera de Educación en la Junta de Andalucía, la profesora de Secundaria Ana Gámez asumía en el mes de mayo la responsabilidad de la Delegación de Educación de Granada, en sustitución de Antonio Lara, quien se quedó a cargo en julio del Consejo Escolar de Andalucía.

Dos planes polémicos, el Plan Bolonia en la Universidad y el Plan de Calidad en Primaria y Secundaria, han traído de cabeza a sus responsables.

En 2008 se ha cumplido el cuarto año de adaptación de la UGR al Espacio Europeo de Educación Superior, un proceso cada vez más complejo que tiene una fecha límite (2010). La Universidad arrancó 2008 con 45 titulaciones adaptadas a Europa y lo concluyó con 65 ya en el nuevo curso.

Los sectores estudiantiles más radicales iniciaron pronto una campaña de oposición al Plan Bolonia. En el mes de abril medio millar de universitarios participaron en una protesta que derivó en el primer encierro del año contra el proyecto. Los estudiantes reclamaban la paralización de los proyectos piloto y que se les tuviera en cuenta en la toma de decisiones.

Medio centenar de alumnos secuestraron la Facultad de Ciencias Políticas durante una noche y apenas veinte días después otro grupo hizo lo mismo en Ciencias del Trabajo, sólo que este encierro duró 18 días. Las manifestaciones y sentadas ante el Hospital Real fueron continuas a finales de curso, aunque hubo que esperar a que acabaran las vacaciones de verano para volver a ver a los universitarios en la calle coreando lemas contra Bolonia, una cita que se repetiría casi una vez al mes hasta acabar el año.

Coincidiendo con estas protestas, los docentes de la enseñanza obligatoria se plantaron en numerosas ocasiones ante la Delegación de Educación para mostrar también su rechazo a otro proyecto educativo, el Plan de Calidad, que auspicia la Junta de Andalucía. Este programa, refrendado en mayo y en octubre por la mayoría de los claustros de los centros de Primaria, despertó el rechazo de un 90% de los de Secundaria.

El conocido plan de incentivos, que prima a aquellos docentes que se sumen al plan y consigan unos objetivos marcados como máximas por el Gobierno andaluz, provocó enormes tensiones en el seno de los departamentos y centros de Secundaria. Con este plan la Consejería de Educación quiere acabar con los malos resultados del último informe estatal (PISA) que alerta sobre el elevado índice (un 40%) de fracaso escolar en la región.

Desde la Administración andaluza se ha hecho especial hincapié en la implantación del bilingüismo, al que en Granada se han sumado ya 59 centros (22 más que en 2007) y la extensión de las nuevas tecnologías.

Educación además ha empezado este año a asumir las competencias de los centros de educación infantil, que hasta ahora estaban en manos de Igualdad y Bienestar Social.

Un colegio del barrio del Realejo, el José Hurtado, ha protagonizado este año una dura batalla verbal con los vecinos y el Ayuntamiento de Granada, ya que ambos aspiraban a construir en sus bajos un aparcamiento municipal. La oposición del AMPA del centro y el apoyo de la Delegación de Educación, impidieron que el proyecto saliera adelante, ya que hubiera significado el cierre del único colegio público de la zona.

En la cárcel de Albolote un recluso, Alfonso Madrid, lograba conseguir acabar una carrera (diplomatura en Ingeniería) entre rejas. Era el primer interno de la historia de esta prisión que lograba tal proeza.

Y en junio y en septiembre los estudiantes volvían a examinarse de Selectividad, una prueba que lograba otro curso más incrementar la nota de corte en casi todas las titulaciones. En noviembre se aprobó la nueva prueba de acceso a la Universidad que, además de incorporar un examen oral de inglés, será también más especializada y enfocada en la carrera que se quiera cursar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios