El juicio contra un profesor de Informática de la Universidad de Granada acusado de acosar en internet a seis menores ha quedado hoy visto para sentencia después de que la Fiscalía solicite para el docente 22 años de cárcel y 82.800 euros por varios delitos, entre ellos corrupción de menores.

La Fiscalía ha modificado su petición inicial del 30 de abril, que consistía en 48 años de cárcel por seis delitos de corrupción de menores y otros seis de coacciones, para en su lugar solicitar 22 años de prisión por cuatro delitos de corrupción de menores y otros dos del mismo tipo en grado de tentativa.

El Ministerio Fiscal ha pedido también la imposición de tres multas por un importe total de 10.800 euros debido a la presunta comisión de delitos de coacción, exhibicionismo y tenencia de material pornográfico, así como el pago de 12.000 euros a cada menor en concepto de responsabilidad civil.

Además ha exigido la aplicación de una orden de alejamiento para el acusado para que no pueda acercarse a una distancia superior a 300 metros de los seis menores durante dos años.

El acusado supuestamente contactaba con los niños, de entre 10 y 12 años, por medio de una página de juegos y conseguía sus direcciones de correo haciéndose pasar por una niña.

Luego, tras mostrar su verdadera identidad, se ofrecía a recargar los teléfonos móviles de los menores, que residían en distintos puntos del país, o les proporcionaba códigos de forma gratuita para acceder a la página de juegos a cambio de que se desnudaran frente a la cámara del ordenador para grabar las imágenes.

La Fiscalía ha calificado estos hechos como un ejemplo de "depredación sexual" y ha tachado al acusado como una persona "compulsiva" que llegó a tener una relación "intensa" con los menores entre septiembre de 2004 y mayo de 2005.

Por su parte, el letrado de la defensa ha solicitado la libre absolución para el profesor, y ha esgrimido para ello las "contradicciones" en las declaraciones de varios menores sobre la relación que mantenían con el acusado.

Éste, según la defensa, actuó con "enorme ingenuidad" al establecer comunicación con menores a través de internet, aunque ha insistido en que su cliente nunca tuvo ánimo de "reorientar" la voluntad de éstos, hecho que se demuestra, en su opinión, en que ninguno de los menores ha tenido que recibir asistencia psicológica.

El acusado, que ha admitido su "imprudencia" por haber contactado con los menores a través de la página de juegos, ha recordado no obstante que sólo lo hacía para ponerse de acuerdo con ellos para jugar a la vez, por lo que ha negado los hechos que le atribuye el fiscal: "Nunca le he dicho a ningún menor que se masturbe o que se desnude", ha recalcado.

La vista oral del juicio ha finalizado hoy sin la comparecencia de uno de los principales policías que instruyó el caso, cuya intervención estaba prevista mediante una videoconferencia -el agente se encuentra actualmente en Bruselas-, lo que finalmente no ha podido producirse debido a razones técnicas.