Más de 150 trabajadores del servicio de Ayuda a Domicilio de la capital, prestado por la empresa Clece como concesionaria del servicio municipal, se manifestaron ayer por las calles del centro de la ciudad para exigir el fin de los despidos -la empresa ha reducido su plantilla en cien trabajadores en un año- y mejoras laborales con contratos dignos.

El paro se produjo entre las 08:00 y las 10:00 de la mañana, por lo que durante ese tiempo los casi 2.000 usuarios de este servicio en la capital se quedaron sin atención salvo los servicios mínimos "impuestos" por la empresa, extremo que lamentaron los trabajadores al igual que las "presiones telefónicas a muchos trabajadores", lo que ha impedido que el paro fuera secundado por el 100% de los trabajadores. Aún así, el seguimiento fue cifrado en un 80% por parte del Comité de Empresa de la empresa Clece.

Según los trabajadores, "es imprescindible el desarrollo de servicios de calidad para la atención a las personas dependientes. Y despidiendo a trabajadores indefinidos, con muchos años de experiencia y la formación adecuada, sustituyéndolos por personas sin experiencia ni formación, y en unas condiciones laborales aún más precarias que las ya existentes, lo único que se consigue es perjudicar a los usuarios", señaló el sindicato UGT en un comunicado.

De toda esta situación, el comité de empresa culpa directamente al Ayuntamiento de Granada. Por un lado, el Consistorio mantiene una deuda millonaria con la empresa Clece -de unos ocho millones de euros- que le dificulta su relación con los trabajadores. Por otro, como responsable del servicio municipal de ayuda a domicilio, tiene que velar por la situación laboral de los trabajadores y exigir a la empresa garantías laborales.

Por su parte, el Ayuntamiento se desvinculó ayer del conflicto surgido entre Clece y sus trabajadores y aseguró que esta situación no está perjudicando a la prestación del servicio. La concejal del ramo, Ana López Andújar, justificó los despidos en el descenso de la carga de trabajo, si bien advirtió de que es un problema interno entre la empresa y sus trabajadores. La edil aludió además a la posibilidad de que esta movilización sea ilegal, ya que "no se puede hacer una huelga para apoyar a compañeros despedidos".

El comité de empresa y los sindicatos han convocado otro paro parcial el viernes a las 08:00 horas, si el encuentro entre sindicatos y patronal previsto para hoy en el Sercla no lo evita.