Granada

Dos años sin agua por no pagar unas facturas que el juez ve disparatadas

  • Aguasvira retiró el contador a la familia en octubre de 2008 sin aviso o notificación · La sentencia reconoce que la empresa actuó mal y exime al cliente del pago de los recibos inflados, que superaban los 450 euros

Vivir sin suministro de agua en el hogar. Eso es lo que lleva haciendo una familia de Güevéjar desde octubre de 2008. Demasiado tiempo si se tiene en cuenta que el agua es una necesidad básica para la vida diaria. El motivo es la retirada del contador de la vivienda por parte de Aguasvira por impago de cinco facturas. Esa es la versión de la empresa, pero el cliente tiene su defensa: esos recibos estaban inflados, eran erróneos y no se correspondían con su consumo.

Todo comenzó cuando la familia -con padre y madre en paro y dos hijos menores- recibió la factura de febrero de 2008. Era demasiado elevada para su consumo normal. Y así las cuatro siguientes -desde el primer bimestre de 2008 hasta el quinto-, que reflejaban hasta el triple del consumo habitual. De hecho, sus facturas señalaban un consumo medio de 17 metros cúbicos y suponían un importe de unos 14 euros, pero en las cinco facturas infladas los consumos superaban los 70 metros cúbicos y los cien euros. En concreto los cuatro recibos inflados eran de 102, 138, 147 y 50 euros, unas cantidades excesivas para su consumo y su situación económica.

Al recibir las primeras facturas erróneas el vecino afectado comenzó una serie de reclamaciones y escritos a la compañía para que le revisaran el contador ante la posible existencia de una fuga o fallo de tarificación. Aguasvira envió un primer técnico que no habló de fuga pero los recibos seguían subiendo. El propio afectado llegó a decir a la empresa que el Ayuntamiento del municipio estaba haciendo obras en su calle y que las vibraciones de las máquinas podrían haber alterado el contador. Además, reclamó ante Aguasvira y Consumo para conseguir una prórroga en el pago al contar con pocos recursos económicos por encontrarse en desempleo.

Pero, de repente, un día de octubre el afectado se encuentra con que le habían quitado el contador y dejado sin suministro sin previo aviso. Un incumplimiento de la ley por parte de Aguasvira, que no ha seguido el protocolo marcado en estos casos de inspecciones y sustitución del contador.

Además de quedarse sin agua, el usuario fue denunciado por impago por la empresa, que le requería 452,45 euros. Un hecho curioso es que la carta de Aguasvira diciendo que existía una posible fuga interna la recibió en noviembre, cuando ya llevaba un mes sin agua. Otro asunto a sumar en esta historia es que como figuraba el impago no podía darse de alta de nuevo y recuperar el agua.

Pero el colmo de la paradoja llegó en la última factura que recibió correspondiente al quinto bimestre de 2008. Esa ya -y curiosamente una vez concluidas las obras- marcaba de nuevo un consumo de 17 metros cúbicos y un importe de 13,92 euros, lo habitual en el domicilio. Hecho que acrecienta la teoría del fallo del contador.

Durante todo este tiempo los afectados han tenido que recurrir a la familia para poder asearse y a garrafas de agua o cubos. Ante la desesperación, se reengancharon ilegalmente a otro contador y Aguasvira les sancionó con 275 euros.

En la demanda de Aguasvira al cliente exigía el pago de 452 euros que el juez ha admitido parcialmente. El cliente ha sido condenado, pero sólo al pago de los 13,92 euros de la última factura, la que se ajusta a su consumo. Del resto del dinero nada porque considera negligente la actuación de la empresa de suministro de aguas. "La empresa se ampara frente a la reclamación del demandado por facturación excesiva en la existencia de una fuga en la instalación interior que sería responsabilidad del demandado pero ni aporta los partes de los inspectores que supuestamente se personan en el domicilio del demandado para comprobar la existencia de la misma ni se efectuó a presencia del demandado tal inspección", figura en los fundamentos de derecho de la sentencia notificada por el juzgado de Primera Instancia el pasado lunes y a la que ha tenido acceso este periódico. Además, indica que la empresa no ha seguido el procedimiento de liquidación por verificación "sino todo lo contrario".

Por esto, el juez desestima la reclamación de los cuatro recibos "por no haberse procedido por la demanda a la verificación que reglamentariamente era procedente" pero sí condena al abono de la última factura "porque entra dentro de los parámetros normales del demandado", dice la sentencia.

Y mientras, siguen sin agua dos años y cuatro meses después de la retirada del contador.

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