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Casi como Alemania...

  • La natación da alegrías... a otros, mientras el waterpolo femenino y el tenis hacen vibrar.

Los niños van creciendo. Y tanto. Michael Phelps se presentó en los Juegos de Sidney siendo un mocoso, allá por 2000, con 15 añitos. Debutó con Estados Unidos. Un honor. Los galardones, uno, dos, tres... 17, y aún aspira a batir los 18 de la legendaria gimnasta ucraniana, entonces soviética, Larissa Latynina, llegaron en Atenas y la gloria absoluta en Pekín a la espera de lo que atrape en estos días en Londres. Con 15 añitos, la niña bonita de la natación ha surgido desde Lituania. Ruta Meilutyte no juega al baloncesto, practica la braza. Tan bien, que ayer se convirtió en la nadadora más joven en ganar un oro desde 1972, cuando Spitz, ya saben, siete preseas doradas en unos Juegos, récord hasta Phelps...

Esta cría báltica rompió moldes, que no récords, en la final de 100 braza. Puede ser la heroína de la piscina, mientras que para héroe de este filme británico se ha postulado un francés, algo que no extraña desde que por Manchester anduvo el futbolista Eric Cantona a principios de los 90. Yannick Agnel destrozó a Lochte en el relevo del día anterior y ayer lo dejó sin medalla en los 200 libres. Y todavía tiene pendiente los 100 y los 4x200 libres. Tae-Hwan y Yang fueron plata ex aequo. Y el alemán Paul Biedermann, recordman mundial, terminó quinto.

A Mireia Belmonte se le ha atragantado Londres. Muchas pruebas, varias decepciones. La badalonesa se quedó fuera de la final de 200 estilos, como Beatriz Gómez, aunque ésta iba menos exigida. La china Shiwen Ye logró el récord mundial. La mala pata se cierne sobre Melanie Costa, otra vez novena para no entrar en la final de 200 libres por los pelos.

La gimnasia masculina por equipos tuvo su aquél. Los japoneses lucían palmito como grandes favoritos a la medalla de oro, con Uchimura de estandarte. Tenían que gobernar y casi se quedan sin un ministerio. China revalidó el título en el pique oriental, pero los nipones terminaron cuartos, aunque una reclamación los situó segundos. Lo que no haga una buena queja en los Juegos.

De los petardazos de Feliciano López nadie tuvo noticias ayer. Imponente el toledano. Jugó dos partidos, individual y dobles, con seis sets y 75 juegos en total. En vez de Feliciano parecía Nadal, a quien precisamente suplió. Casi cinco horas en la pista entre un duelo y otro. Ganó solo a Tursunov, por 6-7 (5), 6-2 y 9-7, y en compañía de Ferrer a Melzer y Peya, por 6-3, 3-6 y 11-9. En parejas ya están en cuartos: un paso más y casi medalla. Nico Almagro anda ya en octavos. Pasó María José Martínez, pero no Carla Suárez y Silvia Soler.

En la vela, deporte que tanto une a España en los Juegos, hubo algunos nubarrones y también una brillante luz. El trío de Match Race, con Echegoyen como patrona y Toro y Pumariega como tripulantes, suma ya tres triunfos y es tercero en la general. En Weymouth, al linense Rafa Trujillo lo ha mirado un tuerto. Atención: iba primero al final de la segunda regata de la jornada, cayó al agua y bajó hasta la plaza vigésimo tercera. Drama y a seguir peleando en los días venideros. En 49er, Iker Martínez y Xabi Fernández, con el podio en mente, abrieron su participación con una mala salida -decimoquintos-, y en la segunda lo mejoraron para ser sextos.

Durante casi tres días, sábado, domingo y lunes hasta bien entrada la tarde, ricos y pobres estaban hermanados. El motor de Europa, Alemania, estaba gripado, como el de España lleva desde hace tiempo. Merkel y Rajoy, hermanados en la derrota. La comparación viene por la ausencia de medallas en una y otra delegación. Sin contar a Rusia y con la excepción de Gran Bretaña en Pekín, los germanos han sido los dominadores de los Juegos en la vieja Europa desde la unificación de la República Federal y la Democrática. El periódico alemán Bild no tuvo piedad ayer, ninguneando a sus atletas: "Hasta Kazajistán -con dos oros- nos gana", venía a decir el rotativo...

...hasta que Britta Heidemann pasó a la final de espada después de que el jurado tardara casi dos horas en resolver dos reclamaciones de Corea del Sur, protestando que había pasado el tiempo antes del tocado de oro de la germana, que al final se colgó la medalla de plata. Alemania, 1-España,0.

Francia dejó con caras de pasmarotes a España en el balonmano femenino. Las galas son subcampeonas del mundo y venían de ganar a las favoritas, las noruegas, en el estreno. El equipo de Jorge Dueñas estaba para ganar, iba a ganar, con dos goles de renta a falta de un minuto. Pero empataron a 18 a falta de tres segundos... Y ahora llega Noruega. No todo fue para tirarse de los pelos en los deportes femeninos de equipo: de hecho, a la China del español Joan Jané, segunda del mundo pero en waterpolo, le dio un repaso importante la España de Miki Oca: 11-6. Ni nervios, ni presión, ni historias. Las hispanas son una de las tapadas del campeonato, aunque basta con decirlo para que se rompa el encanto.

Siguiendo con los rostros, cabizbajos acabaron los jugadores españoles de hockey hierba, no sólo por esas tablas a uno ante Pakistán, habiendo sido inferior el país asiático, sino por la grave lesión del capitán, Santi Freixa, que se fracturó el cúbito y para el que se le acabaron los Juegos. También se le terminaron a Juanito y a Shen Yanfei: el primero en dieciseisavos, aunque merece ser honrado por estar con 50 años al pie del cañón; la segunda, en octavos. Otro granadino -Juanito estuvo muchos años jugando en el CajaGranada-, el arquero Elías Cuesta, madrugó para dificultar el pase a uno de los favoritos, el ucraniano Ivashko. Y del este al oeste de Andalucía, la onubense Carolina Marín, con 19 añitos, se alzó con su primera victoria en los Juegos, aunque quedó eliminada. Eso sí, todos ellos vivieron el sueño de los sureños en Londres. No es poco.

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