Día 10

Osados y destronadas

  • La selección de baloncesto se deja ir ante Brasil, se cruza con Francia y evitaría a Estados Unidos hasta la final · Isinbayeba y Marta, derrocadas · El alcalde de Londres ironiza con los oros y el rescate griego.

Uno, inocente por naturaleza, confiaba plenamente en que las tres selecciones españolas de deportes de equipo con algo en juego anoche no sólo saldrían a ganar, sino que lo harían, alguna incluso con una diferencia considerable. Inocencia interrumpida. Lo del baloncesto fue... raro. Cierto es que el grupo de Scariolo se dejó remontar con Rusia una ventaja de 20 puntos y por eso estaba donde estaba, delante de Brasil sin saber cuál de las dos iría de verdad y cuál de mentira para evitar a Estados Unidos en las semifinales; cierto es también que un parcial ridículo en contra de 16-31 en el último cuarto disparó las sospechas de que los jugadores de la rojigualda se dejaron ir... Total: 82-88.

A ver qué pasa en cuartos ante la vecina Francia, que en el pasado Eurobásket también se dejó ir ante España sin alinear en un duelo a Parker y Noah, decisión criticadísima en España. Esa osadía, esa sangre fría de relajarse en el último cuarto, puede pagarse muy caro.

A Hungría, en waterpolo, nadie la quería ver. Y España no lo hará tras el revés ante Italia, que condujo a la tercera posición. Los transalpinos se topan con los magiares y los españoles, con Montenegro. Suena casi igual de mal...

En el balonmano no había que especular: Croacia es un equipazo y se lo dejó claro a los españoles. En un choque igualadísimo, los balcánicos se escaparon en los minutos finales. Los jugadores de Valero Rivera pelearon lo suficiente ante un coloso sin saber aún si el adversario sería Francia o Suecia, que jugaron luego. Otros cuartos contra galos, pero nada que ver con la forma de llegar al cruce.

Algunas mujeres, figuras del atletismo mundial, fueron destronadas anoche. Yelena Isinbayeva, la zarina rusa, no reeditó los oros olímpicos de Atenas y Pekín, aunque se colgó el bronce. En la final de pértiga saltaron más que la zarina rusa, acreedora de un puñado de récords mundiales, la estadounidense Jennifer Suhr, campeona, y la cubana Yarisley Silva, plata. En peso, la bielorrusa Nadezhda Ostapchuk derrocó a la tirana del lanzamiento de peso en el último lustro, la neozelandesa Valerie Adams, antes Vili. Con 36 años, una hija, arrastrando una lesión del Europeo y envuelta en una polémica de dopaje de la que salió inocente, Marta Domínguez, primera en el Mundial de Berlín 09 en los obstáculos, quería callar a todos en Londres. Se fue al suelo en Pekín y anoche en la capital británica terminó duodécima, muy lejos de sus mejores registros y de la vencedora, la rusa Zaripova. Es el inicio del ocaso de la palentina.

La fiesta latinoamericana, iniciada antes con el oro histórico del brasileño Nabarrete en anillas en la gimnasia, se trasladó al Estadio Olímpico. El triunfo del eterno Félix Sánchez en los 400 vallas puso en órbita a la República Dominicana, plata en los 400 lisos con Luquelín Santos, un joven de 18 años que se batió el cobre con otro joven, el granadino Kirani James, campeón. En esta carrera, no hubo ningún estadounidense, algo que sólo ocurrió dos veces: en Londres 1908, donde se clasificaron siete yanquis y un inglés para la final, descalificaron a un estadounidense y los otros seis renunciaron -corrió el inglés solo-, y en Moscú 80 por el boicot.

La mañana también fue movida. Descarados son los tres sevillanos de los 800. En las series, Kevin López y Antonio Reina, serenos y avivando el ritmo en el último 250, se ganaron el derecho a competir en las semifinales. Saliendo en el primer turno de siete, Luis Alberto Marco resultó eliminado por tiempos, aunque la descalificación del kuwaití Al-Azemi por entrar antes de tiempo en la calle única le dio al nazareno el billete a una de las tres durísimas semifinales.

Mario Pestano, canario del Aljarafe sevillano, alimentó su leyenda negra en grandes citas no superando la calificación de disco, mientras sí lo hizo Frank Casañas. Dijeron good bye Natalia Rodríguez e Isabel Macías en los 1.500, no así Nuria Fernández, radiante por llegar a la semifinal.

El Hércules de Cangas de Morrazo empezó ayer a impulsar su pala en Eton Dorney. David Cal luchará mañana por su quinta presea en unos Juegos, récord de un deportista español, en C-1 1.000 después de desperezarse en las series -ridículas al clasificarse todos prácticamente- y más tarde en las semifinales. Oro y plata en Atenas, plata y plata en Pekín, el gallego, que va de menos a más en las carreras, no se conforma. Un zagal como Paco Cubelos, de 19 años, también entró en la lucha por el título en K-1 1.000, aunque otea en el horizonte lejano la posibilidad de auparse al podio.

Denle una columna en un periódico a un político y aténganse a las consecuencias. Boris Johnson, alcalde de Londres, se quedó ayer más ancho que largo en su columna en The Telegraph. A osado le ganan pocos. "Desde mi último envío, Gran Bretaña ha acumulado oro suficiente como para sacar de apuros a los griegos", dijo, además de aprovechar para lanzar algún dardo al ex primer ministro Gordon Brown.

Otro dirigente, con más poder, al que interesan los Juegos es Vladimir Putin. El presidente ruso, cinturón negro de judo, ofrece una prima de un millón de dólares a los campeones olímpicos de su país en este deporte y en lucha; a los demás, no. Estaría ayer radiante Alan Khugaev, oro de lucha grecorromana en 84 kilos.

Unos nervios de plomo y un pulso de neurocirujano necesita un manchego de Tomelloso que casi agrega la cuarta medalla para España. Fue quinto Jesús Serrano, otro diploma, en una final que tuvo en vilo a los aficionados hasta última hora. De la media docena de deportistas que se jugaban el podio en foso olímpico, el ciudadrrealeño estaba empatado con otros cuatro a falta de seis tiros, pero oro, plata y bronce se los repartieron en dos desempates los otros cuatro rivales. Con un acierto más hubiera peleado por el tercer escalón.

El gimnasta Isaac Botella bajó un puesto respecto al tirador: sexto. En salto, no buscó la dificultad sino la ejecución y se quedó lejos del surcoreano Seon Yang.

Para chicas sin temores, seguras de sí mismas, se presenta esta jornada. Marina Alabáu Neira, a las 15:00 (hora española), se debe convertir en la primera medallista dorada de nuestro equipo. Tiene tanta ventaja que sólo los nervios pueden privarla de la heroicidad. No acabó ninguna de las 10 regatas previas más allá de la séptima posición, la misma que le vale para encaramarse al lugar más alto del podio en la clase RS:X de vela, esa que pretenden cargarse paradójicamente los directivos de la Federación Española para dar paso en Río de Janeiro al kitesurf. La hazaña de Marina, que el 31 cumple 27 años, puede provocar un vuelco a esta decisión en la nueva votación prevista para noviembre.

En el juego de Oca, Miki de nombre y seleccionador del equipo femenino de profesión, llamado waterpolo hay doble opción de medalla. Hoy disputan estas chicas, que han robado protagonismo a las habituales de la sincronizada -Fuentes y Carbonell se juegan hoy llevarse premio en dúo, en pugna por la plata con China-, el pase a la final ante Hungría (20:40). Seis horas antes (14:30), las guerreras de Jorge Dueñas se lanzan hacia el reto de vencer a Croacia en los cuartos. Por ellas y por Carmen Martín, lesionada de gravedad.

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