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Morente: adiós tristeza

  • La viuda del cantaor granadino, Aurora Carbonell, y sus hijos realizaron una performance en la plaza del Carlos V con la que se inauguró la exposición que recuerda al desaparecido artista

Sentimiento y dolor. Ausencia y recuerdo… Talento y arte para uno de los artistas más universales que ha dado Andalucía. Anoche, la Alhambra 'soñó' a Enrique Morente (Granada 1942-Madrid 2010) con la performance La Aurora de Morente, el montaje que la familia del 'maestro' le dedicó como prólogo a la inauguración de la exposición Universo Morente, instalada en el Palacio de Carlos V, en la sala de exposiciones temporales del Museo de Bellas Artes de Granada, y en el Centro de Documentación Musical de Andalucía.

Atardecía en la Colina de la Sabika. Y La Aurora de Morente caminaba por el Patio del Palacio de Carlos V con el rostro enmudecido de dolor, la mirada en el cielo, como si desde allí arriba 'su' Enrique le fuese dando el compás. Sobraban las palabras. Sus manos, sus andares lo decían todo. "Arte para expresar dolor; arte como bálsamo para una pena", como así reconoció Aurora Carbonell, viuda del cantaor, momentos antes de la actuación.

De riguroso negro, Carbonell se apoderó del círculo central del Carlos V con sentimiento y dolor para recordar con el rostro enmudecido y la mirada en el cielo.

En el centro del escenario, Aurora Carbonell rendía homenaje al cantaor y recibía también el tributo de toda su familia. La mujer del genio; pero también una artista que merecía un reconocimiento.

Una discreta escalera y un rostro cubierto por la pena. Un cuadro que cobraba vida en el atardecer de la noche alhambreña. Unos peldaños desnudos que, esta vez sí, mostraban el camino del cielo. Los Morente, anoche, también enterraron su pena.

Junto a Aurora, sus tres hijos; Estrella, Soleá y José Enrique. Cante y baile para una noche con duende, en la que sorprendió con su arte y su entereza la madre de Aurora, la bailaora Rosario Muñoz, y su yerno, el torero y marido de Estrella, Javier Conde. Y todos, los casi 400 espectadores que se dieron cita anoche en el Palacio de Carlos V, soñando más Morente.

El director de cine granadino José Sánchez Montes fue el encargado de poner en escena esta performance, basada en una idea de la bailaora y artista Aurora Carbonell, quien también se había encargado de la creación de las dos esculturas de alambre que formaban parte de la escenografía.

Aunque precisamente la escenografía fue una de las protagonistas de la noche, Sánchez Montes explicó que de lo que él se ha encargado en esta puesta en escena es de "adaptar lo que había creado Aurora al espacio del Carlos V, intentar que funcionara bien en un espacio tan especial como este".

"Aurora me pidió-continúa- que la escenografía estuviera al servicio de lo que ella quería contar". Su idea de la performance era representar la historia de una pérdida, Aurora la concibió como un "sistema de limpieza, de pasar página", concluye Sánchez Montes.

Era muy habitual en Enrique acabar sus espectáculos con un martinete en un corro con todos los artistas, y eso es lo que hicieron ayer sus hijos y el resto de su familia, como una romería, una fiesta en la que por fin su madre salía de la tristeza y entraba en un mundo más optimista. Y así lo entendió el público, que se emocionó primero y disfrutó después.

La mayor dificultad que encontró Sánchez Montes para realizar este trabajo, confiesa el director, fue la concepción del mismo, ya que el concepto de una performance no es el mismo que el de un espectáculo, sino que es muy importante que el público se integre en él.

Y de hecho el público formó parte de la noche, de la Alhambra, del Palacio de Carlos V y de la familia Morente. Todos lloraron y rieron juntos, y se quitaron la pena. La pena por no tener a Morente y, sin embargo, la alegría por sentirlo tan cerca.

Organizada por el Patronato de la Alhambra y Generalife,la exposición a la que ayer esta performance dio el pistoletazo de salida, Universo Morente, está compuesta por casi ochocientas piezas entre las que se encuentran objetos personales; discografía, fotografías de Pablo Picasso, Edward Quinn, Alberto García-Alix, Paco Manzano, Andre Villers, Mario Pacheco, entre otros; proyecciones, firmadas por José Val del Omar, Imelda Ferrer, Pepe Zapata, Luis Mengs, además de documentales, entrevistas y cine de Emilio R. Barrachina o José Sánchez Montes, entre otros.

En la muestra también se pueden contemplar obras plásticas de Francisco Goya, Pablo Picasso, Miquel Barceló, Federico García Lorca, Salvador Dalí, José María Sicilia, Antonio Buero Vallejo, Ignacio Meco y Antonio Badía, entre otros además de libros de Miguel Hernández, Lorca, Francisco Pacheco y San Juan de la Cruz. Y junto a estas piezas, un buen número de obras de arte realizadas por Aurora Carbonell y que tienen como figura central a Enrique Morente, como cuadros en diferentes técnicas (acrílicos, collages, témperas, óleos, acuarelas), dibujos sobre papel y esculturas en piedras esculpidas a cincel, alambres, hierros o collages de objetos encontrados.

Universo Morente es un proyecto plural y multidisciplinar donde las artes plásticas, la escena, la música, la palabra y la poesía se unen con la intención de mostrar el legado del cantaor granadino y recordar a uno de los artistas andaluces más universales. También se ha editado un catálogo, publicado en coedición entre el Patronato de la Alhambra y Generalife y TF Editores, que recoge obras y fotografías, así como la biografía ilustrada de Enrique Morente y textos escritos por, entre otros, María del Mar Villafranca, Amaranta Ariño, Miguel Mora, Pedro G. Romero, José Manuel Gamboa, Balbino Gutiérrez, José Luis Ortiz Nuevo, Miguel Mora y Antonio Pradel, y el epílogo El niño cantor con cara de ángel, escrito por Aurora Carbonell.

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