Actual

Vinila von Bismark, la vedette en busca de su lugar Decibelios, vuelve el punk a la sala Revert Industrial CoperaEl festival Rit/Mo celebra su tercera edición en el Cubillas

  • Los que quieran conocer los progresos de Vinila Von Bismark están citados a las nueve en Planta Baja

La paisana Irene López Mañas un buen día se vio decidida a partir, a dejar atrás la escena de una ciudad en la que era una mini sensación como go-gó y pizpireta pinchadiscos y que, a su entender, se había quedado pequeña a los anhelos de la gran estrella en que perseguía convertirse. Volvió pocos años después, tras algunos sinsabores y una breve militancia en Krakovia, convertida en Vinila Von Bismark, una vedette de voluptuosa y paralizante belleza a imagen y semejanza de las pérfidas mujeres fatales del Berlín de entreguerras, mitad dominatrix mitad cabaretera y siempre diva.

Para su asalto al estrellato absorbió todos los clichés del burlesque, a la manera de una Dita Von Teese de Peligros. Y arropada por The Lucky Dados, un grupo de rock and roll con más actitud que oficio se lanzó a publicar un primer álbum, The Secret Carnival (Subterfuge, 2010) lleno de guiños vintage con sabor a rockabilly, swing y calypso. La experiencia ayudó pero los resultados no fueron todo lo buenos que podían haber sido, pero… ahora parece que los pasos son más firmes y una buena prueba de que tal vez haya pillado la ola buena es la repercusión que empieza a tener en algunos festivales lejanos donde no se impresionan fácilmente con aspirantes a reinonas como pueda suceder por ejemplo en California.

Vinila Von Bismark viene pisando fuerte con un nuevo álbum, A Place With No Name, el primero que firma en solitario, y con el que se supone que pone la primera piedra de una sólida trayectoria en la que empieza a haber sitio para la confesión personal entre los muchos tics retro, como si Vinila se hubiera apiadado de Irene y le hubiera abierto las puertas de su corazón para obtener algo de humanidad. Dice mostrar sentimientos que hasta ahora se tenía vetados en sus espectáculos y palabras como fragilidad, sinceridad o arrepentimiento se añaden al vocabulario de su cancionero.

Por supuesto que no hay renuncia a sus mitos, ahí sigue la pasión por el rock and roll, su actitud desafiante y la sensualidad de sus movimientos; es solo que ahora se da cierto espacio en un gesto valiente para crear nuevas atmósferas, nuevos ritmos, a veces ralentizados, de reminiscencias árabes y mediterráneas que enriquecen la magia y el exotismo elegante de su propuesta.

Y sin darle la espalda a su querencia rockista, al contrario, ajustando sus controles de calidad gracias al buen hacer tras los mandos del luso Paulo Furtado, reputado one man band depostario del tarro de las esencia del blues y del rock primigenio conocido artísticamente como The Legendary Tiger Man. Los que quieran conocer por sí mismos los progresos de Vinila Von Bismark están citados a las nueve en Planta Baja.

Si hace poco más de un mes eran Espasmódicos y su secuela, TDeK, las leyendas del punk madrileño de los ochenta que resucitaban de entre los muertos para volver a repartir tralla desde los escenarios, en este caso el de la sala Quilombo, esta noche toman el de la sala Revert Industrial Copera otros míticos precursores del punk, en su caso desde Barcelona.

Nada más y nada menos que 24 años después de su disolución vuelven Decibelios, pioneros del movimiento Oi! en España. La escena Oi! vino a ser como una prolongación aún más contestataria y violenta del punk que cuajó en el Reino Unido y en otros países de Europa en los primeros años ochenta, cuando la explosión punk perdió presencia mediática, que germinó en edificios ocupados, en el underground de las grandes ciudades y que acabó propiciando el surgimiento de los skinheads, tanto los de ideología filonazi y ultraderechista como su respuesta antisistema desde posiciones de ultraizquierda, los redskins. Bastante antes de que estas tribus florecieran en Barcelona, Decibelios se hicieron un lugar de honor entre la 'aristocracia' del punk más combativo a nivel nacional. Temas como Matar o Morir o Ningún Nombre de Mujer les reportan una enorme popularidad. Pero cuando quisieron darse cuanta, Decibelios habían sido fagocitados por sus más descerebrados fans. Ahora vuelven no solo para reivindicar su lugar en la historia del punk español; también para posicionarse políticamente y enmendar una complacencia con los ultras que resultó devastadora para la supervivencia de la banda.

El Festival Rit/Mo surgió con el doble objetivo de aunar nombres consolidados del panorama independiente con otros en progresión, y de hacerlo en un entorno natural y diurno que facilite la reflexión, el debate y propicie la experiencia del hecho artístico. Sus dos anteriores ediciones tuvieron lugar en un cortijo del S. XVI a las afueras de Granada pero este año se ha optado por llevarlo al Espacio Natural del Embalse del Cubillas, en el Club Náutico de la Universidad de Granada.

Allí se han dispuesto diversos espacios con distintas actividades simultaneas, incluido uno específicamente pensado para los más pequeños, para fomentar que puedan acudir las familias, ya que la propuesta es eminentemente diurna y transcurrirá durante todo el día de hoy, entre las doce del mediodía y la medianoche cuando culminará.

Además de otros espacios para el debate, las exposiciones o las sesiones de los dj's, habrá otros dos donde se llevarán a cabo los conciertos, una enfocada hacia lo acústico y otra hacia las propuestas más electrificadas. Entre los artistas programados se encuentran Señor Chinarro, Cora Novoa (live), Ángel Stanich, Julio de la Rosa, BeGun, Ale Acosta dj (Fuel Fandango), Radiocontrol, Helena Goch, Goya Social Club Dj's, Kerman, Hi Corea! Holögrama, Fiebre, Éter, Yosef The Soul, Red Passenger, Francis Forfiesta y Polaroid Dj's. Se trata de alternar a artistas de reconocida trayectoria con algunos de los más prometedores grupos y solistas, revelaciones de la última temporada, en un entorno único.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios