Quosque tamdem

Luis Chacón

El tonto útil

NO sé si el número de los tontos es infinito como decía la vieja traducción del Eclesiastés, pero sí que su catalogación es amplia y compleja. Se puede ser tonto de baba, del haba o de capirote y en un momento de debilidad, estar tontico de la calor. Ya se sabe que las altas temperaturas reblandecen las meninges y nos provocan tontuna. Luego están los grandes referentes de la estulticia como Abundio, Pichote, el que asó la manteca y sobre todos ellos, el tonto útil, brillante y refulgente. Dicen que este último término lo acuñó Lenin para referirse a los intelectuales occidentales que viajaban a la Unión Soviética y volvían contando las maravillas del paraíso socialista que les habían dejado visitar, eso sí, acompañados por algún solícito comisario político. Tontos útiles fueron el premier Chamberlain y su colega francés Daladier al transigir con Hitler en Munich. Y lo son todos los que defienden la Cuba de Castro o la Venezuela bolivariana desde la comodidad de esta Europa de las libertades. Quizá estas primeras lluvias otoñales han hecho en la tontuna patria el mismo efecto que en las setas y hemos asistido a una impetuosa eclosión de tontos útiles a raíz del vergonzoso e indignante boicot a Felipe González en la Universidad Autónoma de Madrid.

Que un puñado de matones veinteañeros, ocultos tras caretas y pasamontañas apoye a los terroristas de ETA a las puertas del Aula Magna que lleva el nombre del Profesor Tomás y Valiente demuestra que hay demasiado adoctrinamiento totalitario en la izquierda española. Dada su edad no vivieron lo que supuso Manos Blancas ni se emocionarán al recordar como miles de jóvenes se concentraron ante esa misma Facultad rechazando masivamente el terrorismo y gritando Democracia y Libertad. Pero si es difícil esperar sensatez de un puñado de niñatos adoctrinados por leninistas de salón y soflama, sí estamos en la obligación de exigir, a mucho intelectual de gacetilla y tertuliano de chichinabo, la decencia necesaria para no actuar de tonto útil ante los totalitarios. Lo de la Autónoma no fue libertad de expresión, fue censura, amenaza y matonismo. Digan lo que digan los defensores de ese tipo de supuesta libertad que coarta la de los demás. En todo caso y aunque no sean conscientes de ello ni sirva de consuelo, lo único que hace el tonto útil es tejer la soga con la que le ahorcarán aquellos a los que en su profunda idiotez, ensalza y apoya.

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