Medio ambiente

Hallan muerto un segundo quebrantahuesos en un coto de Castril

  • Se trata de una hembra que presenta presenta "síntomas de haber sido envenenada", según el comunicado de la Consejería andaluza de Medio Ambiente.

Un segundo ejemplar de quebrantahuesos, de los cuatro que se liberaron el pasado mayo en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén), fue hallado muerto en la localidad granadina de Castril, según ha informado esta tarde un comunicado de la Consejería andaluza de Medio Ambiente.

Este quebrantahuesos -especie carroñera en peligro de extinción en España, que sólo habita en Pirineos y que se intenta reintroducir en Andalucía desde hace más de una década- es una hembra, que fue localizada muerta este martes gracias al emisor que portaba para su seguimiento.

El comunicado de la Consejería andaluza de Medio Ambiente ha informado de que este departamento ha iniciado "los procedimientos para la posible suspensión cautelar del aprovechamiento cinegético" del coto de caza en el que han aparecido muertos los dos quebrantahuesos en los últimos meses.

La primera de estas aves localizada muerta en dicho coto fue "Acebeas", cuyo cadáver fue hallado a primeros de agosto con síntomas de haber sido tiroteado.

La hembra fallecida ahora presenta "síntomas de haber sido envenenada", según el comunicado

Además de "Acebeas", nacido en el centro de cría en cautividad de Guadalentín, el pasado mayo se liberaron en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, "Cazorla", también proveniente del mismo centro; "Lézar", nacido en el centro de Valcallente, en Lérida, y "Castril", un macho que procede del centro de cría Richard Faust de Austria.

Hasta el momento, y en los últimos tres años, se han puesto en libertad nueve ejemplares de quebrantahuesos en Cazorla, donde esta especie habitó hasta mediados del pasado siglo.

El expediente abierto por la Consejería de Medio Ambiente por el presunto uso ilegal de venenos en este coto se basa en las diligencias incoadas por personal de la Junta de Andalucía y agentes del Seprona de la Guardia Civil, que desplazaron a este coto el Equipo Canino para la Detección de Cebos Envenenados.

Estos perros, entrenados por especialistas de la Consejería de Medio Ambiente, localizaron cuatro cebos impregnados con una sustancia aparentemente tóxica y los cadáveres de un zorro, una musaraña y una oveja junto al del quebrantahuesos.

Todas estas pruebas se están analizando en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre (CAD) de Málaga.

En España el uso del veneno es un delito tipificado en el Código Penal, que establece penas de prisión de hasta dos años, y la Ley de la Flora y la Fauna Silvestres de Andalucía obliga a los titulares cinegéticos a impedir la existencia de cebos envenenados en su acotado, pudiendo su hallazgo constituir causa de suspensión del aprovechamiento y multa de 60.000 a 300.000 euros.

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