Betis Baloncesto - Real Valladolid | La crónica

Joaquín Rodríguez se saca varias espinas con un triple brutal sobre la bocina (70-69)

  • El Betis Baloncesto conquista el triunfo en la jugada final gracias a un tiro sobre la tabla del uruguayo

  • La estrella verdiblanca jugó menos de lo habitual contra el Valladolid por las faltas personales, pero apareció en el momento justo, cuando todo parecía ya perdido 

Joaquín Rodríguez festeja el triunfo con los aficionados y con sus compañeros tras el triple decisivo.

Joaquín Rodríguez festeja el triunfo con los aficionados y con sus compañeros tras el triple decisivo. / Víctor Navarro

Joaquín Rodríguez se puso la capa de Superman para conseguir un triunfo increíble para el Betis Baloncesto cuando ya parecía casi segura la derrota contra el histórico Real Valladolid. El uruguayo anotó un triple con el tablero encendiendo sus luces rojas en los bordes y dejó la victoria en casa cuando ya parecía esfumarse de forma casi definitiva cualquier opción de meterse en las eliminatorias por el título.

Pero el baloncesto es un deporte que tiene estas circunstancias y lo que sucedió fue que el gran Joaquín Rodríguez, un proyecto de muy buen jugador de básket, acabó entre los aficionados de uno de los fondos abrazado con todos los hinchas y también con sus propios compañeros. No era para menos, el charrúa se había sacado varias espinas de golpe.

Dentro de su espectacular temporada, claro está, porque está siendo la estrella de la LEB Oro, no había sido la mejor noche para Joaquín Rodríguez. Bruno Savignani lo tuvo que sentar demasiado pronto debido a sus imprecisiones iniciales, después atravesó una fase de inspiración anotadora y otra vez se fue al banco debido a su tercera falta en el segundo cuarto.

Para colmo, salió con el afán de rescatar al equipo en un partido que cada vez se complicaba más y lo que hacía el trío arbitral era señalarle la cuarta falta personal debido a que se quitó de encima a Nwogbo, aunque en honor a la verdad parecía infracción previa del vallisoletano. Pero Joaquín Rodríguez se sentaba en el banquillo y estrellaba una botella de agua en el suelo fruto de la frustración.

Pero no sólo eran espinas de este partido, también se acordaría el excelente jugador uruguayo de las dos oportunidades que tuvo al final para derrotar al Força Lleida con dos fallos que no parecían propios de su calidad. Esta vez, sin embargo, fue a lo fácil, a la antigua usanza. Se quedó solo después de la jugada de pizarra de Bruno Savignani tras un excelente pase de Faggiano y su triple se fue al tablero y entró con claridad.

El Betis Baloncesto había sacado adelante un partido increíble, una cita que parecía muy fácil debido a los problemas de un Real Valladolid que llegaba a Sevilla sin ningún base con una mínima calidad en su plantilla debido a las lesiones, pero que se encontró con una serie de circunstancias que parecían llevarlo al triunfo después de cuatro derrotas consecutivas. El triple de Jaime Fernández a falta de 3,6 segundos parecía ya definitivo, pero quedaba un tiempo muerto y esa aparición estelar de Joaquín Fernández, otra más.

La ficha del Betis Baloncesto-Real Valladolid. La ficha del Betis Baloncesto-Real Valladolid.

La ficha del Betis Baloncesto-Real Valladolid.

Afortunadamente para el Betis Baloncesto, se había podido quedar con un triunfo que estaba más en el aire que nunca. ¿La razón? Una mezcla de varias cosas, tal vez la más importante no haberse tomado en serio el partido desde el minuto uno y haber permitido que un Valladolid que parecía llegar entregado se fuera creyendo que era posible.

También hay que hacer una mención al arbitraje, que fue bastante hostil en una fase del juego, con tres técnicas a los verdiblancos y algunas decisiones como unos pasos de Puidet previos a una canasta de los suyos que eran increíbles que no los vieran. También unos pies clarísimos que acabaron en técnica después de la protesta Hanzlík. Y otras cosas más, aunque en honor a la verdad después permitieron que Joaquín Rodríguez estuviera en la pista en la última jugada al comerse la quinta del uruguayo en una acción con Nwogbo.

Hubiera sido demasiado castigo ya, sin duda, y eso posibilitó que el epílogo fuera feliz después de un partido que llegó a ponerse demasiado complicado en la fase de las técnicas con el 46-55 y también en el cuarto final con el 51-57. Pero la zona de Bruno Savignani volvió a dar resultado, un triple de Domenech (66-63) rescató a los verdiblancos y después apareció el gran Joaquín Rodríguez para firmar un triunfo que sabe a eliminatorias por el título. Depende también de Fuenlabrada, pero la alegría de este grupo de jugadores tan comprometidos y también de los fieles al Betis Baloncesto estaba más que justificada.

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