La ley de Participación que prepara IU sigue quemando etapas, aunque lo haga lentamente. El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, presentaba ayer a CCOO y UGT el borrador del anteproyecto, una de las grandes apuestas de la federación de izquierdas y quizás la norma más significativa del cambio de filosofía que el equipo ahora dirigido por Antonio Maíllo quiere imprimir a la política regional.
La ley ya debería estar aprobada, según el cronograma inicial. Pero se trata de un asunto complejo por los techos competenciales fijados en la Constitución y porque en España existen poquísimas referencias (ninguna a escala autonómica). El calendario no ayuda: Día del Trabajador (1 de mayo), Feria de Sevilla (a partir del 5) y elecciones europeas (25) congelarán la agenda. El reto inminente, según fuentes de IU, es llevar la norma al Parlamento antes de que el verano interrumpa el periodo de sesiones y posponga aún más el texto definitivo.
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