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Caparrós y Jémez: la antítesis del fútbol

  • El Rayo Vallecano ganó al Granada con más posesión y más juego de ataque Los rojiblancos, con pocos visos de mejorar

Al igual que en política el debate gira siempre entre derecha e izquierda, en fútbol levanta discrepancias encarnizadas el tener o no el balón, dominar la pelota o los espacios. El resultadismo es el dogma superior que nadie discute. El viernes en Los Cármenes chocaron esos dos mundos, esas dos corrientes tan válidas como diferentes para alcanzar el mismo objetivo: marcar y ganar. En los banquillos, dos filósofos de esos estilos: Joaquín Caparrós y Paco Jémez. Los dos tienen la misma profesión, la misma finalidad, pero dos formas antagónicas de desarrollarla. Y ganó, a pocos segundos del final, la vía rayista.

excusas

Sí, sólo fueron unos segundos los que evitaron que Caparrós y Jémez entrasen a valorar en rueda de prensa un reparto de puntos que a ambos les hubiera servido de excusa a sus planteamientos. Pero para mal del entrenador del Granada, Foulquier, Kakuta y Manucho le hicieron tener que ponerse el escudo. Quedó retratado, por si ya fuera poco conocido a lo que juega Caparrós. El Rayo dominó al Granada con la pelota, jugó más tiempo cerca de la portería de Roberto y tiró, aunque muchas veces sin peligro, sobre el marco rojiblanco. El fútbol hizo justicia aunque a segundos del final. Luego el técnico granadinista dijo que el equipo no podía permitirse fallos así, que ya pasaron en Elche y Málaga, y que se fue un punto que en la élite es muy valioso. Pretextos. El problema no es que el Rayo Vallecano ganase en Los Cármenes, sino que el Granada iba empatar contra ese equipo en casa. Igualar en casa ante un rival directo es perder dos puntos.

idea de juego

Ya se levantaron comentarios el día en el que se confirmó el fichaje de Caparrós por el Granada, cuando poco antes se hablaba de Michael Laudrup y del propio Paco Jémez. La gran pregunta que se hacía el granadinismo era por qué ese golpe de timón de Quique Pina. Pasar de firmar a un entrenador alabado por toda España como Paco a otro, muy reconocido, pero sin una idea atractiva de juego con el balón como el utrerano. Pina no buscaba una idea de juego. Más bien una fuerte personalidad en el vestuario que le evitase problemas como los que se producían con otros como Alcaraz... Todo para terminar haciendo un inicio de Liga peor que con Lucas. Me imagino a Pina con actitud inquieta en el palco.

¿ESPERANZAS?

No es que estas semanas haya trabajado como un catador de vinagres, pero no veo a este Granada con la capacidad de reacción de años anteriores. Me pesa ver una plantilla que, aunque más completa que otras, tiene más déficit de fútbol y alegría que la Unión Soviética de los 50. No sé si es porque están de titulares el central del Alcorcón, los mediocampistas del Hércules (que bajó a Segunda B), el delantero del Girona (que no fue muy sobrado), o el carrilero del Betis (que descendió a Segunda). Es currículum, no se puede borrar. Está ahí y no habla ni bien ni mal, sólo arroja más dudas sobre el equipo. Quizás pesen las palabras de un periodista de Levante UD Radio hace unas semanas: "Acostumbraos a esto", me dijo, "no va a ir ni a mejor ni a peor, sólo es Caparrós... Y porque teníamos a Keylor Navas, que si no...". ¿Entienden el 'avinagramiento'?

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