Todo el mundo está pendiente de los fichajes. De quiénes serán los jugadores que acompañen a Krhin, Andrés Fernández, Robert, Salva Ruiz, Musavu-King y Edgar como incorporaciones del Granada CF para la campaña que está próxima a comenzar. Sin embargo, en la planta noble del Estadio Nuevo Los Cármenes, no solo atienden a la puerta de entrada, también están pendientes de la de salida.

El Granada CF se ha caracterizado durante las últimas temporadas por ser un club con superpoblación de futbolistas, por ser uno de los conjuntos españoles con un mayor número de jugadores en nómina. Juan Carlos Cordero, el director deportivo de la entidad, se ha afanado en las últimas semanas en ir aligerando la nave de efectivos. Además, el club opta cada vez más por la fórmula del traspaso en lugar de la cesión.

Jona, Héctor Yuste, Ortuño, Borja Gómez... hay múltiples casos de jugadores que no contaban y que era muy difícil que lo hicieran a corto o medio plazo, por lo que sus marchas definitivas deben ser consideradas como buenas operaciones, ya que han ahorrado costes y, en algún caso, han dejado incluso algo de dinero en la entidad.

Sin embargo, siguen en el club y ejercitándose con el primer equipo varios jugadores que no van a formar parte de la plantilla principal este curso. Es el caso del lateral portugués Luis Martins, del extremo sueco Daniel Larsson y del atacante argentino Diego Buonanotte.

La entidad desea que se marchen cuanto antes y así se lo ha comunicado en varias ocasiones tanto a los propios futbolistas como a sus representantes, pero estos no parecen estar muy por la labor de tomar la puerta de salida, lo que, por momentos, preocupa e irrita a los dirigentes rojiblancos.

Seguro que al final salen, pero hasta ahora no lo han hecho y no parece fácil encontrar una solución conjunta para que lo hagan. El principal problema, los altos emolumentos que perciben en el Granada, cifras a las que ninguno de sus pretendientes están dispuestos a llegar.

Lo ideal para los dirigentes rojiblancos es que Larsson y Buonanotte se marchan traspasados, poniendo fin a su vinculación con el club, mientras que con Martins están mucho más por la labor de aceptar una cesión. De hecho, el caso del luso es de los tres el que menos preocupa.

Buonanotte llegó al Granada en el mercado invernal de la campaña 2012/13. En la segunda vuelta de esa campaña jugó 15 partidos con los nazaríes, mientras que en la campaña siguiente disputó 24. El curso pasado fue objeto de dos cesiones por parte del Granada, en la primera parte de la temporada al Pachuca mexicano y después al Quilmes argentino. En ambos equipos demostró que su progresión está más que estancada, que a sus 27 años pocos creen que puede llegar a alcanzar el rendimiento que ofreció en sus primeros años como profesional en Argentina y que le llevó al Málaga como una estrella.

El Granada, que económicamente lo trata muy bien y con el que tiene contrato hasta junio del 2017, sabe que va a ser casi imposible recuperar los más de dos millones que pagó en su día a la entidad malagueña por su traspaso. Pese a que jugó ante La Hoya Lorca el segundo partido de pretemporada, es consciente de que el club y Sandoval no cuentan con él. Pero ahí sigue, entrenando con el equipo.

Caso similar es el de Larsson, con contrato también por dos campañas, que fue el primer fichaje de la pasada campaña pese a que no llegó a debutar en Liga y apenas jugó algunos minutos en la Copa. En el mercado invernal se fue al Esbjerg danés y en el club andan como locos porque se marche, pero el sueco es de los que piensa que en Granada se vive, y se cobra, muy bien. El Zaragoza ha sido el último equipo que ha tocado a su puerta.

Martins también sabe desde hace semanas que no tiene sitio en la primera plantilla, pese a que el miércoles fue titular ante el Albacete. El luso, con contrato hasta 2018, parece que tampoco tiene prisa por salir. Descartada su marcha al Eibar, sigue esperando pretendientes que le convenzan.