La Consejería de Salud ha repartido entre los 140 directores de las unidades de gestión clínica de la provincia más de 1,3 millones de euros en incentivos. Estos profesionales dirigen los antiguos servicios sanitarios recién convertidos en unidades de gestión y los incentivos corresponden al cumplimiento de objetivos, que marcan aspectos a alcanzar desde el gasto que produce cada unidad hasta los fármacos que gasta, pacientes que ingresa o que da el alta y pruebas que realiza. De hecho, en su proyecto de ordenación de la gestión clínica del año pasado, el SAS establecía 'premios' para las unidades que ahorraran y cumplieran objetivos.

Los incentivos, según el sindicato Satse, son un capítulo contemplado como ingreso 'extra', al margen de su sueldo habitual, extremo negado por Salud, que asegura que no es una gratificación sino parte del sueldo.

En total, la cantidad repartida en la provincia asciende a 1.368.700 euros, distribuidos entre un total de 140 directores con cantidades variables en función del servicio y su localización.

Según los datos aportados por el sindicato de Enfermería Satse de Granada, por centros el Hospital Virgen de las Nieves ha percibido 311.711 euros para 35 directores; el Clínico, 292.423 euros para 31 directores; el hospital de Baza, 129.754 para 11 directores de UGC y el de Motril, 124.273 euros para otros 11 responsables de unidad. En cuanto a la Atención Primaria, el Distrito Metropolitano, con 20 directores, percibe 208.246 euros; el Distrito Granada (14 directores), 163.662 euros; el Distrito Nordeste (7), 62.827 euros y el Distrito Sur (11), 75.802. Según estos datos, los incentivos oscilan entre los 6.800 y los 11.700 euros de media por profesional al año y al margen de sus sueldos habituales.

El sindicato Satse hizo ayer públicos estos datos ya que este dinero "no procede de ningún presupuesto especial, ni adicional, sino que procede de generar beneficio económico en la gestión de cada unidad", para lo que están -según el sindicato- utilizando dos fórmulas: "No sustituyendo ni contratando lo necesario, con lo cual disminuye la calidad asistencial que reciben los pacientes, y recortando en servicios y recursos materiales que han de estar al servicio del paciente, es decir, perjudicando al paciente".

Todo esto ocurre, indica Satse, "mientras miles de personas no llegan a final de mes, la tasa de paro crece, se cierran camas, no se contrata al personal necesario poniendo en riesgo al paciente, se baja el sueldo a los trabajadores y se elimina la paga extra de Navidad y se cuestiona las sostenibilidad del sistema sanitario", por lo que considera que Salud "pierde su credibilidad cuando por un lado no deja de imponer esfuerzos y recortes a los profesionales y por otro reparte beneficios económicos entre los directores".