Comprar material escolar en los bazares de la ciudad exige poco dinero pero mucha precaución. Y es que, en un mes y medio, el Ayuntamiento de Granada ha retirado 1.389 artículos que no cumplían con la normativa de seguridad vigente. Gomas con forma y olor a galletas de vainilla o chocolate, bolígrafos con piezas que se desprenden y que pueden ahogar a un niño o plastilinas en avanzado estado de descomposición son algunos de los artículos que la inspección de consumo ha retirado de estos comercios por presentar riesgo para la salud de los pequeños. Cuando termine la campaña de inspección de material escolar (a finales de octubre) se habrán revisado más de cien establecimientos de la ciudad.

"En el caso de las papelerías de la ciudad la normativa se cumple en un 100%, lo que nos alegra, puesto que esto demuestra que el comercio granadino cumple con todos los requisitos legales", apuntaba ayer el concejal de Educación del Ayuntamiento de Granada, Jorge Saavedra. Los mayores problemas se encuentran en los bazares de la ciudad, el 5% de ellos han presentado anomalías. Algunos ejemplos: se han retirado 111 tijeras, 252 bolígrafos o 273 plastilinas.

"Hay que tener en cuenta que el número de mercancía retirada no es muy significativo, de hecho predomina un alto grado de seguridad en los comercios, pero hay que pedirle a las familias que estén atentos por si ven alguna anomalía que la pongan en conocimiento de la oficina de consumo", aconsejó el concejal del área. Después de retirar los productos, los técnicos giran una segunda visita al establecimiento para comprobar si se ha subsanado la deficiencia. De no ser así, comienza el proceso sancionador al local que puede oscilar entre los 300 y los 50.000 euros.