Granada

Los padres del colegio Martín Vivaldi denuncian la mala calidad del comedor

  • Aseguran que la empresa incumple los pliegos técnicos y que los niños tienen problemas gástricos

La asociación de padres del colegio Elena Martín Vivaldi ha denunciado ante la Delegación de Educación y el Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) la "mala calidad" y deficiencias del servicio de comedor del centro. Según los padres, desde que abrió en septiembre en la zona de Parque Almunia hasta diciembre tuvo un catering provisional con el que funcionaron bien pero ya en diciembre se adjudicó el servicio definitivamente a Dujonka, de la empresa La Unica, que suministra las comidas a los alumnos -entre 3 y 12 años- con la conocida línea fría. Casualmente, esta empresa ya ha tenido problemas en otras provincias y por ejemplo en Málaga tuvo que renunciar a varias adjudicaciones por las críticas a su servicio.

Según la asociación de padres -que ha recogido 83 firmas de apoyo a la queja y ha enviado varios escritos oficiales a la Delegación, el último el 21 de marzo-, el servicio incumple numerosos puntos del pliego de prescripciones en lo que respecta a calidad del producto, variedad, raciones y distribución. El efecto, según los padres, es que los niños sufren digestiones pesadas y varios han presentado ya problemas gástricos, algo que achacan directamente a la calidad de la comida.

Según denuncian los padres, las carnes que se sirven son sólo procesadas -salchichas y hamburguesas-; que el pescado es panga, "del que se ha demostrado su alto contenido en mercurio y bajo contenido proteico; que la ración de pescado azul la solucionan "con macarrones con tomate y un poco de atún" y que las raciones son escasas. También dicen que ha habido problemas con niños alérgicos. "A un usuario alérgico a una fruta le iban a poner una pieza de postre y se evitó un problema al darse cuenta la monitora y darle un yogur que tenía guardado", cuentan.

Los padres exigen que se inspeccione, se mejore la calidad o directamente se suspenda la concesión y exigen respuestas rápidas. Además, estudian presentar quejas en Consumo. La situación está haciendo que haya padres que estén retirando los días que pueden a los niños del comedor pero aseguran que esa no es la solución.

Prueban con fotos que el centro cuenta con comida almacenada más días de lo incluido en el pliego, que dice que "la caducidad máxima permitida desde la producción en las cocinas centrales hasta la regeneración previa a la ingesta será de siete días". Por ejemplo dicen que la ingesta del 6 de marzo se envasó el 26 de febrero, "fuera del plazo legal establecido". Y ha pasado más días. Lo mismo aseguran que ocurre con las salsas, cremas y natas, que se consumen hasta 9 días después cuando la norma marca 24 horas. Otro incumplimiento que denuncian es la distribución de la comida. Según la norma la empresa tiene que ir dos veces a la semana y lo hace una.

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