Hace unos años, los paisajes urbanos se convirtieron en enjambres de grúas. No importaba dónde se posara la mirada, siempre se topaba con uno de esos brazos gigantes presidiendo el aire. Cualquier vista quedaba un poco ensombrecida, pero parecía sinónimo de progreso, y merecía la pena. Años después, esas grúas se han ido, y en su lugar se han instalado decenas de carteles: se vende/alquila. El mercado inmobiliario sufrió un gran revés con la llegada de la crisis económica, y sus consecuencias no dejan de hacerse notar.

La explosión de la burbuja dejó cientos de pisos sin familias, y cientos de oficinas sin empresas. Este último sector "ha tocado fondo", según Javier García, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad inmobiliaria, quien duda que los precios puedan bajar más de cara al próximo año. De hecho, el metro cuadrado en la zona "más interesante", el centro y la Caleta, no supera los 7 euros, mientras que el año pasado se situaba en 8, y en la época de mayor auge pudo incluso llegar a los 12. La misma suerte corren los barrios más alejados, aunque con distintos rangos, en el Zaidín y la Chana se puede alquilar una oficina por un precio que oscila entre los 4 y los 6 euros.

La bajada en los precios viene dándose especialmente desde 2011, año en el que se acentuó aquello que comenzó a finales de 2009. García explica la situación de una forma muy sencilla: la crisis ha tocado a todos los sectores económicos, por lo que si no hay empresas, nadie puede estar interesado en alquilar una oficina.

Las zonas más afectadas, sin embargo, no quedan demasiado patentes, "actualmente está todo muy disperso", aclara García. La decoración cartelera -desde oficinas sueltas a bloques enteros esperando ser alquilados- puede encontrarse en edificios de toda la ciudad, desde el centro al Zaidín y desde aquí, al Cerrillo de Maracena. Sin embargo, García sí añade que hay más oficinas vacías en la zona del barrio de Periodistas, aunque tampoco hay ningún estudio sobre el caso que pueda avalar estas apreciaciones personales del presidente.

La solución a estos espacios desocupados podría ser darles otros usos; sin embargo, esta opción tampoco está clara. García confiesa que conoce a algunos promotores que piensan en el uso turístico u hotelero, pero se trata más de reflexiones en voz alta que de acciones reales.

Por su parte, García sí se muestra bastante optimista con el futuro del sector. Las pequeñas señas de recuperación que la economía española está dando en los últimos meses hacen que Javier García opine que, aunque no a corto plazo, de aquí a un año la situación "mejorará bastante". Además, el representante de los Agentes de la Propiedad inmobiliaria confiesa sus esperanzas en la Ley de Emprendedores que el Gobierno de España quiere aprobar este verano.

La Ley de Apoyo al Emprendedor y su Internacionalización tiene como principal objetivo facilitar la creación de empresas y su régimen fiscal. Algunas de sus medidas son la agilización de los trámites a seguir -se habla incluso de que se pueda crear una empresa en menos de 48 horas-, las facilidades para acceder al crédito y la reducción de cotizaciones de los pluriempleados.