Nuevo empedrado, más y mejor iluminación, la instalación de nuevos bordillos y la mejora del pavimento de la parte final. Todos esos elementos son los que serán remodelados en la albaicinera Cuesta del Rey Chico, más conocida popularmente como la Cuesta de los Chinos. Los trabajos, que se organizan en tres fases diferentes, comenzaron hace poco tiempo merced a un convenio entre el Ayuntamiento de la capital y el Patronato de la Alhambra. Son resultado de un pacto que ambas instituciones firmaron en 2008 y, pese a que hoy día están paradas, se prevé que sean retomados a final de junio de este año. La finalidad postrera de tales obras es facilitar el acceso al conjunto monumental, tanto a granadinos como a turistas.

Según los técnicos de Urbanismo municipales, las primeras labores, que incluyen también la construcción de una barandilla en las áreas con más pendiente de la cuesta, tendrán un coste de 262.000 euros. La idea del Consistorio es que concluyan antes de final de 2014 ya que estiman que su duración sea de unos cuatro meses. La segunda fase incluiría las acciones entre el Puente del Aljibillo y el Hotel Reúma. La tercera, hasta el Puente de las Chirimías, "mejoraría" toda la margen izquierda del río Darro. Los dos últimos proyectos, sin embargo, aún se están elaborando.

La Cuesta de los Chinos es el punto central de acción pero las actuaciones terminan, aproximadamente, en la parte trasera de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, justo en el Paseo de los Tristes. Dicho camino tiene una longitud de unos 580 metros y su ancho va desde los 6 a los 3,5 metros. La primera intención era asentar un novedoso empedrado con "dibujos", similar al de la Caldelería, mas el que se colocará -que es íntegramente de color blanco- permite un "mejor" acceso a todos los transeúntes. Asimismo, los bordillos que se instalarán serán de "topografía y forma" similar a la que posee el entorno, desechando otros estilos más modernistas.

En los últimos metros del trazado, el tramo más cercano a la Alhambra, se respetará el pavimento de alpañata actual, aunque de forma "mejorada", y se ocultará todo el "cableado". Igualmente, se restituirán los puntos de luz de toda la cuesta. El resultado esperado es un paseo con la seguridad "suficiente" para cualquier persona, iluminado por la noche y que permita una afluencia "importante" de personas hasta la Alhambra.

La financiación de las labores corre a cargo tanto de la casa consistorial como del Patronato alhambreño. Cada uno se hará cargo del 50% del coste de las operaciones. "Esto va a dar lugar a que toda la parte inferior de la Alhambra quede visitable y pueda ser disfrutada por los granadinos, que es una demanda que siempre hemos tenido", aseguró el alcalde de la capital, José Torres Hurtado. La directora general del monumento, María del Mar Villafranca manifestó que las obras tenían lugar en un momento "propicio" ya que este año se cumple el 30 aniversario de la declaración como Patrimonio de la Humanidad del conjunto monumental, y el 20 de la del barrio del Albaicín.

"Intervenimos en un camino que es medieval, un camino que aporta un valor de autenticidad; con este plan profundizamos en dichos valores de autenticidad con los que estamos comprometidos en nuestro patrimonio", insistió Villafranca. Al mismo tiempo, indicó que las mediciones de su organismo daban como resultado datos llamativos: el acceso a la Alhambra por la Cuesta del Rey Chico es altamente concurrido, sobre todo en sentido "descendente". "Es un camino muy transitado y también ha sido una de las reclamaciones más pronunciadas que los vecinos del Albaicín nos habían transmitido", finalizó.