Jorge cervilla. catedrático de psiquiatría de la Ugr

"Tener estrés es bueno siempre que no te impida llevar tu vida cotidiana"

Que la situación de desempleo es una de las razones por las que las visitas a los centros médicos de atención de trastornos como la depresión o la ansiedad han aumentado es un hecho. Sólo hay que observar las referencias, las cifras y los registros de estos espacios desde que comenzó la crisis. El paro, que azota a un alto número de granadinos, es un "factor de riesgo" para la aparición de sensaciones como el estrés. No obstante, no es el único.

El catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Granada (UGR), Jorge Cervilla, defiende que la alimentación, unos hábitos de vida saludables, el ejercicio o las horas de exposición a la luz solar tienen, igualmente, una gran influencia sobre la aparición de esos sentimientos de malestar psicológico y corporal.

El primer paso para llegar a sufrir patologías como la ansiedad o la depresión es el estrés. Éste, sin embargo, en una cierta dosis, no es tan negativo como se suele creer. "El estrés es bueno, los seres humanos lo tenemos como un mecanismo para sobrevivir ante diversas situaciones, ya sean de peligro, de cambio o amenaza", asegura Cervilla. Tanto, que, de acuerdo con sus recomendaciones, "hace falta" tener cierto estrés para actuar de forma eficaz en algunas circunstancias de la realidad. La línea para que esta sensación se convierta en "patología", empero, es delgada. "Con estrés, el organismo reacciona para defenderse de todas esas situaciones, el problema es cuando llega a un nivel desproporcionado. No por tener más vamos a ser más eficaces a la hora de defendernos de esos peligros, y ahí empieza a ser problemático".

Los primeros síntomas de agobio dan lugar a lo que se conoce como "distrés" o "estrés modesto". Sería el inicio de la escalera hacia la ansiedad. El límite se habría traspasado cuando una persona deja de llevar su "vida cotidiana" porque le es imposible. "Se pasaría de un estrés normal a uno enfermizo, en el punto donde se deja de funcionar bien, se es incapaz de alimentarse adecuadamente o de mantener su higiene...", sostiene el también jefe de servicios de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Clínico. "En el momento en el que eso hace 'clic', la persona empieza a ser disfuncional y, entonces, pasa a ser considerado un trastorno".

Jorge Cervilla ha coordinado un estudio "pionero" en Andalucía sobre prevalencia y frecuencia de trastornos mentales en la comunidad autónoma. En él indican que no puede hablarse de que esté totalmente contrastado que hayan aumentado los "trastornos mentales" en los últimos años, sino que lo que se tiene es "más conciencia". El catedrático señala que la concepción de todas estás enfermedades ha dado un giro de 180 grados, pasando de ser un "tabú" en 1950 en España a estar mucho más aceptadas en la actualidad. La mayor disponibilidad de información y el incremento del "nivel cultural" han provocado que los ciudadanos comprendan que es importante consultar estos problemas con un especialista.

"El estrés no se considera trastorno mental, sino un factor de riesgo para futuros trastornos mentales", declara Cervilla. Y las condiciones de cada trabajo son fundamentales para su aparición. "Hay también evidencia científica, un estudio que hemos realizado a nivel europeo, que dice que las condiciones malas de trabajo son un factor de riesgo para el surgimiento de la depresión; tanto tener un trabajo en condiciones precarias como que sea problemático por las relaciones que tenga la persona interlaborales, con sus compañeros".

El hecho de estar desempleado o poseer un empleo de baja estima, asimismo, son también importantes. "El desempleo es un factor de peligro tanto para la depresión como para la ansiedad e, incluso, aumenta, si bien levemente, el riesgo de intento de suicidio", explica. Para Jorge Cervilla, lo primordial es ser "valiente" y no darse por vencido; luchar para tratar de revertir una situación que sea dañina. Eso, o adaptarse a cada eventualidad, haciendo frente a ella sin desesperar. "Es muy importante saber apreciar lo que uno tiene; en Granada tenemos más dificultades económicas que en otros sitios, pero se vive con menos también. Uno se puede acostumbrar a vivir con menos cosas y ser feliz con menos aspectos materiales". No quedarse recluido en casa ante la depresión es uno de los métodos más seguros para combatirla. Las vitaminas o el Omega 3, las sustancias que aporta la propia naturaleza como plus para ello.

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