Granada

Granada registra la segunda mayor bajada de precios de toda Andalucía

  • El importe del vestido y calzado decrece un 15% respecto a junio UGT achaca el descenso a las rebajas

Granada cerró julio con una bajada del Índice de Precios de Consumo (IPC) de un 1,4% respecto al mes anterior. De hecho, en junio, la disminución fue de un 0,9%. La referencia granadina coloca a la provincia como segundo territorio andaluz donde el descenso es mayor, sólo por detrás de Jaén -donde el decrecimiento fue del 1,5%-.

El grupo de artículos en el que el desplome fue más pronunciado dentro de las fronteras granadinas fue el formado por el vestido y el calzado. En él, los precios fueron menores en un 15% en relación a junio, muy lejos de la reducción protagonizada por los bienes relacionados con el menaje -con sólo un 2%- o con las comunicaciones -1,2%-.

Los importes que se incrementaron, por otro lado, fueron los propios del tiempo de ocio y la cultura -donde se atendió a una subida del 0,8%-, así como los de los hoteles, cafés y restaurantes -0,6% de aumento-. De acuerdo a los datos hechos públicos por el sindicato UGT, la variación total del IPC en los últimos doce meses habría sido de un 0.8% en negativo. Habría habido ascenso, sin embargo, en el coste de la vivienda o la enseñanza, con un 1,6% y un 1,3% de incremento respectivamente.

Para la organización de defensa de los trabajadores, la caída general del IPC no es significativa y se debe, especialmente, al período de rebajas que se vive en el comercio. "Es sólo un respiro momentáneo para los bolsillos de los granadinos que no mejora la situación. Estas tasas son la consecuencia del elevado nivel de pobreza, del empleo inestable, de la pérdida de poder de las pensiones y de sueldos precarios que hacen que el consumo no despegue y, con ello, los precios", destaca UGT en un comunicado remitido a este diario.

De acuerdo a los argumentos de la formación sindical, este fenómeno "se traduce" en que las rentas de las familias "no son suficientes" debido a la "caída" de la remuneración de los asalariados. Hecho a partir del que a las personas "no les queda más remedio" que utilizar sus ahorros para hacer frente a las "necesidades" de consumo. "Con las consecuencias que esto tiene en relación con la incertidumbre y la confianza económica en el futuro". Por todo ello, UGT exigió un "cambio radical" en la política económica y laboral: "La recuperación pasa por la mejora del poder adquisitivo de los salarios, la generación de empleo de calidad y por la recuperación de los derechos laborales perdidos". Según sus cifras, en lo que va de 2014, el IPC ha decrecido un 2%.

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