El campus del Parque Tecnológico de la Salud está a punto de vivir el estreno de la Facultad de Ciencias de la Salud y, en unos meses, la apertura del edificio que albergará a Medicina, que ultima los detalles para acoger a partir del próximo curso 2015/2016 a más de 1.700 alumnos.

Prueba de que las obras están a punto de finalizar es que ya se ha convocado la licitación pública para la contratación de suministro de equipamiento para el edificio de la Facultad. El anuncio, publicado en julio en el Boletín Oficial del Estado (BOE), recoge un valor estimado del contrato de 3,3 millones de euros.

El coste del edificio que ya se levanta en el PTS asciende a los 50,6 millones, según la información de la web del Vicerrectorado de Infraestructuras de la UGR, y los trabajos se encuentran en la última fase. De hecho, el pasado curso la vicerrectora Begoña Moreno expresó su intención de que la Facultad pudiera estrenarse en el segundo semestre del próximo curso 2014/2015, algo que el decano de Medicina, Indalecio Sánchez-Montesinos, descartó de plano por la necesidad de realizar la mudanza durante los meses de verano, y no en mitad del curso académico. Así las cosas, lo más probable es que Medicina se mude el próximo verano desde su actual sede, en la Avenida de Madrid, que ha sido la sede de estos estudios desde hace 70 años. El hecho de que Medicina cambie de sede no implicará, sin embargo, que se modifique el número de plazas de nuevo ingreso y, por lo tanto, la nota de corte para acceder, previsiblemente, seguirá siendo la más alta de la UGR y entre las más altas de Andalucía.

Cuando las facultades de Medicina y Ciencias de la Salud y el Edificio de Servicios Centrales -cuyos trabajos también prácticamente han finalizado- entren en funcionamiento, el PTS se convertirá en uno de los ejes de la vida universitaria de Granada. En manos del próximo rector queda la tarea de completar el proyecto, que preveía, en un principio, que Farmacia y Odontología también se trasladaran a Armilla. La falta de financiación -los fondos que han permitido desarrollar el proyecto del PTS proceden del Banco Europeo de Inversiones (BEI)- ha impedido que, por ahora, se levanten estas dos facultades.

Otro reto para el próximo responsable de Infraestructuras de la Universidad será dar un nuevo uso a aquellos edificios que, con el traslado al PTS, queden vacíos en los próximos dos años.