Puesto 43

Son las 21:00 horas y como cada día la furgoneta de Miguel Peregrina llega a la Plaza de Gracia. Después de salir de Granada sobre las cinco de la tarde, el camino diario hacia la lonja de Motril ha traído sus frutos. Los clientes se agolpan al lado del furgón para pedir a Miguel el ejemplar de pescado fresco que degustarán durante esa noche.

Así es una jornada normal en el restaurante Puesto 43, un lugar puesto en marcha por Miguel Peregrina, Blanca Sánchez y Sergio Sánchez. El pescado y el marisco fresco es el símbolo de calidad de este establecimiento que trae a la capital un trozo de la costa.

Aunque las puertas de este local abrieron el pasado mes de agosto de 2012, la historia es el mejor aliado de este lugar. La familia de Miguel se dedica al pescado desde el año 1904. Así, el bisabuelo de este empresario fue el primer mayorista de pescado que llegó a la ciudad de la Alhambra.

En el mercado de San Agustín se encuentra la pescadería de esta familia de emprendedores. Por ello, al igual que el número que tiene este comercio en el mercado, el restaurante ha querido hacer honor a su nombre.

Entre los platos de su carta el marisco ocupa uno de los puestos principales. Quisquillas de Motril, gambas o cigalas se unen también a los pescados. "Las piezas de pescado que ofrecemos van variando según el día, todo depende de lo que hayan pescado en la lonja de Motril. Por ejemplo, durante esta época es muy común que tengamos a disposición de nuestros clientes pez espada o agujas", comenta Miguel antes de emprender su viaje diario en busca de género.

También hay lugar para la ensaladilla Cunini, un plato que hace referencia a la familia de Miguel. El conocimiento en empresariales de Blanca y el espíritu emprendedor fueron la clave para el éxito de este lugar.

Cuando entramos al bar del Puesto 43 lo primero que prima es el color blanco y añil en sillas, barras, paredes, mármoles o maderas. "El blanco es un color lleno de pureza y que resalta los colores vivos de los pescados. Además, nuestra filosofía es que prime la frescura, la calidad y la limpieza. Por ello, con el color blanco se conseguían todas estas cualidades", expone Blanca.

Aunque Miguel afirma que al establecimiento suelen ir clientes con renta media-alta, la fusión en apenas unos metros del bar con el restaurante hace que sea un entorno en el que padres e hijos coinciden cuando salen por separado. "Muchos clientes dicen que es el único lugar al que pueden ir con sus amigos y a pesar de encontrarse con sus padres pueden disfrutar de una velada única".

En la actualidad son 27 las personas que trabajan en total en Puesto 43. Por ello, todos los comensales podrán pasarse tanto a tapear una fritura de pescados o degustar un almuerzo o cena desde las 12:00 horas de la mañana hasta las 00:00 de la noche.

A pesar de que este restaurante abre ininterrumpidamente durante todos los días desde su apertura, con el fin del verano el lugar cerrará los domingos.

Aunque en la actualidad los dueños de este local no tienen pensado ampliar, "siempre estaremos dispuestos a emprender. Aunque ahora no tengamos nada sobre la mesa esto puede suceder en cualquier momento", comentan Miguel y Blanca pensando en el futuro del establecimiento.