Granada no tiene ya ganas de organizar grandes eventos deportivos. Ni de invierno, ni de verano, ni de primavera. La capital rechazó hace un par de semanas su candidatura para organizar los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos. Se trata de un ambicioso proyecto que podría atraer hasta la ciudad de la Alhambra a más de 30.000 visitantes entre participantes y acompañantes durante diez días de deporte, cultura y ocio en el verano de 2021.

Fue el 12 de marzo de 2014 cuando el Ayuntamiento de Granada presentó su candidatura para la organización de estas olimpiadas que buscan fomentar la actividad física en los cuerpos de Policía y Bomberos. En ese momento, el alcalde de Granada José Torres Hurtado, firmó una carta de presentación a la CEPAF, la entidad que los organiza desde el año 1985. En dicha misiva, el alcalde proponía la ciudad de la Alhambra como posible candidata para competir con el resto de ciudades interesadas y ubicadas en diferentes puntos del mundo. Además, también se presentó un documento con información sobre la ciudad y se pagaron 5.000 euros en concepto de fianza a cargo del Convetion Bureau, que también estaba detrás del evento.

Finalmente y después de varios meses se conoció que Granada era una de las ciudades favoritas para el desarrollo de estos juegos mundiales. Competía, concretamente, con Santander, Seúl y Rotterdam aunque en la organización ya se rumoreaba que la capital junto con Rotterdam eran los dos escenarios preferidos. Sin embargo, de poco ha servido esta predilección. Hace dos semanas el Ayuntamiento de Granada decidió cancelar su candidatura para albergar estos juegos.

Lo hizo justo cuando debía proponer un viaje a los encargados de seleccionar la ciudad que organizará los Juegos con todos los gastos pagados. Un rechazo normal si se tiene en cuenta que solo el viaje de los inspectores a Granada tiene un coste superior a los 18.000 euros. Una cuantía que en estos tiempos de crisis no es fácil de asumir. Este dinero, a diferencia de la fianza que se tuvo que pagar para presentar la candidatura por valor de 5.000 euros y que si se recupera, se perdería de forma automática en el caso de que no progresara la candidatura. Pero los gastos no quedan ahí. De ser elegida la ciudad de la Alhambra, el Ayuntamiento, estaría obligado a pagar 850.000 dólares en concepto de canon. Un precio muy alto al que se suma la inversión millonaria que habría de pagar la ciudad para albergar los juegos. En este sentido, la concejal de Turismo y Fiestas Mayores Rocío Ruiz, explica que a la ciudad le habría encantado organizar estos juegos, sin embargo no están los tiempos para hacer este tipo de inversiones. Según detalló, en estos momentos los costes son "totalmente inasumibles para el Ayuntamiento de Granada", y puso como ejemplo las Olimpiadas de Policía y Bomberos celebradas en Barcelona en el año 2002 que tuvieron un coste superior a los diez millones de euros. O el caso de Belfast, Irlanda, la última ciudad donde se celebraron las Olimpiadas y que necesitó una inversión de 16 millones de euros.

Sin embargo, también existen datos que reflejan cifras positivas de recaudación. La organización de los juegos podría haber salido rentable sobre todo atendiendo a su gran atractivo turístico. La cita podría suponer un auténtico empuje en el sector de la hostelería y el turismo sobre todo si se tiene en cuenta las pernoctaciones. Una cuantía que se suma a otros ingresos como el gasto por participante y visitante que, en el caso de estos cuerpos de seguridad se equipara al gasto medio del turismo de congresos.

De hecho la mayoría de las ciudades que han albergado este acontecimiento deportivo han conseguido equilibrar los gastos con la recaudación pues, por ejemplo, la entidad entrega todos los costes en concepto de inscripción directamente al organizador. Cabe destacar algunos casos de éxito como los juegos de Quebec. (Canadá) que tuvieron un impacto de 33 millones de dólares en 2007 o Vancouver en 2009, con 10.000 competidores, que logró un impacto de 84 millones. No obstante, cabe destacar que, económicamente, eran otros tiempos.