Granada

Amplían la zona de búsqueda en la fosa donde podría estar Lorca

  • Los arqueólogos abrirán en sentido transversal el terreno analizado ya que hasta ahora no han encontrado evidencias de enterramientos

Los arqueólogos que llevan trabajando desde hace más de una semana en la zona del Peñón del Colorado en Alfacar, donde podría encontrarse la fosa de Federico García Lorca, han ampliado la superficie de búsqueda y abrirán de nuevo el subsuelo de forma transversal, después de que por ahora no hayan encontrado evidencias algunas de la existencia de un poco o enterramiento común.

Así lo señaló el arqueólogo coordinador de los trabajos, Javier Navarro, que indicó que, tras estudiar el terreno de la franja abierta, a unos cinco metros de profundidad, el georradar no ha localizado nada en ese área y sólo se han detectado acumulaciones de material orgánico descompuesto correspondiente a la limpieza del campo cuando se construyó allí un campo de fútbol, en 1998. Por ello, los trabajos se están demostrando "muy laboriosos" y "complejos", lo que es normal en este caso, según Navarro, quien explicó que en los próximos días se seguirán haciendo trabajos de documentación estratigráfica y se reanudarán de nuevo las tareas con la pala excavadora, con un parón el fin de semana para el descanso del personal.

El objetivo es abrir en sentido transversal la zona ya analizada para seguir el sentido de salida del camino que recorría el antiguo campo de instrucción de las tropas de Falange, que es donde algunos investigadores, como el periodista Eduardo Molina Fajardo o el historiador Miguel Caballero, sitúan la fosa del poeta.

El terreno acotado se encuentra entre la carretera que une Víznar con Alfacar, en un lugar en el que el mes de diciembre del pasado año un equipo de expertos, liderado también por Navarro, ya localizó con georradar ese camino coincidiendo con el antiguo cauce de un arroyo y dos anomalías en el terreno, una de ellas con profundidad suficiente para ser un enterramiento común, en el borde del mismo.

La ubicación de estas dos anomalías coincide con los testimonios recogidos en su día por el periodista Eduardo Molina Fajardo, que señalaban el posible enterramiento en un "pozo alargado" con un color de tierra gris, junto a un pequeño camino (el cauce del arroyo descubierto), hipótesis investigada además después por Miguel Caballero, autor del libro Las 13 últimas horas en la vida de Federico García Lorca.

Sin embargo, el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo, incidió, durante la presentación de los trabajos, en que el objetivo no es la búsqueda de los restos del poeta, sino la localización y delimitación de fosas de víctimas de la Guerra Civil, y aclaró que, como en cualquier otro caso, si se encuentran restos óseos se comunicará el hallazgo a un juzgado para que decida al respecto.

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