Los grandes conflictos de la historia reciben tal dimensión, desgraciadamente, porque son cruentos y nunca acaban de erradicarse. Son algunas de las características que encajan en el enfrentamiento que mantienen desde hace muchas décadas Israel y Palestina. Aunque los propalestinos consideran que ni siquiera se puede acuñar la palabra conflicto en lo que es una guerra de un poderoso contra un enemigo ocupado que no posee las mismas armas. Un asunto que trasciende fronteras como en la última campaña a favor de Palestina que promueve el sello ELAI (Espacio Libre de Apartheid Israelí), con el que distinguirá a los negocios, restaurantes y tiendas que se comprometan a no comercializar productos que se fabriquen en los territorios que la plataforma Boicot, Desinversión y Sanción (BDS) de Granada considera "ocupados ilegalmente" por el régimen sionista.

Lucía López, coordinadora de la Plataforma BDS-Granada, presentó ayer esta iniciativa, que se desarrolla también en otras provincias andaluzas y españolas, con la que pretenden actualizar un mapa de empresas solidarias con el pueblo palestino. El sello ELAI apoya la creación en los barrios, pueblos y ciudades de espacios comerciales, culturales, políticos, deportivos, académicos y sociales que se niegan a colaborar o apoyar de forma pasiva el que consideran un sistema "colonial y de apartheid israelí".

El movimiento recordó que la ocupación de Palestina por el Estado de Israel se inició oficialmente en 1948 y sigue constituyendo hoy una de las "injusticias políticas" más largas de la historia. López detalló que, con el sello que ahora promocionarán en Granada, pretenden crear "islas" de conciencia política e ir consolidando Espacios Libres de Apartheid Israelí.

La campaña BDS nació en el año 2005 en el seno de la sociedad civil palestina, con la publicación de un manifiesto firmado por casi 200 organizaciones sociales, ONG, partidos y sindicatos, que toman como referente la campaña internacional de boicot contra el Apartheid sudafricano.