Juan Tomás Martín, el ya ex secretario de la Fundación Lorca, utilizó su empresa Desarrollo del Territorio y Sociedad del Conocimiento (DTYSC), con sede en la elitista calle Serrano de Madrid y de la que es administrador único, para facturar sus trabajos y sus comisiones. A través de esta empresa cobró un sueldo de 12.000 euros y facturó los 2,5 millones de euros de fondos europeos que, según denuncia la presidenta de la Fundación del poeta, Laura García-Lorca, cobró de manera indebida tras falsificar su firma. Curiosamente, Juan Tomás Martín se puso al frente de la oficina técnica del Centro Lorca en 2007, cuando comenzaron los trabajos en el solar de La Romanilla, y justo en este ejercicio los ingresos de DTYSC aumentaron en un 50% pasando de los 700.000 euros del año anterior a casi 1,4 millones de euros en coincidiendo con la entrada de los fondos europeos. Sin embargo, según figura en el Registro Mercantil, la empresa tiene este año unos gastos extraordinarios de casi el 80% del beneficio de la actividad ordinaria, algo que llama la atención en una empresa dedicada a la consultoría y al asesoramiento de instituciones, caso de la Fundación Sánchez Ruipérez o la Fundación Ordóñez Falcón, para las que también gestionó fondos procedentes de la UE.

Así que, pese a facturar 1,4 millones de euros, obtiene sólo un beneficio de 25.000 euros, menos que en el ejercicio anterior, donde facturó la mitad y ganó 37.000 euros.

Según los datos consultados por ese diario en el Registro Mercantil, llama la atención que en 2012 y 2013, años en los que la construcción del Centro Lorca estuvo parada y no entró dinero procedente del Consorcio para la construcción, las ventas bajaron notablemente a 197.000 y 161.000 euros. Paradójicamente, la empresa mantiene en esta época a ocho empleados, con unos gastos de personal cifrados en más de 400.000 euros, lo que hace que la empresa presente pérdidas en este espacio de tiempo. Además, la partida de clientes se incrementa en 137.000 euros y realizan ventas por valor de 161.000 euros, por lo que, a tenor de estos datos, y según expertos financieros consultados por este periódico, significaría que todos los clientes dejaron a deber las prestaciones recibidas.

Otro de sus negocios gira en torno a Wikisaber.es, un portal educativo "fundamentado en la enseñanza y el aprendizaje colaborativos' además de "gratuito y pensado para todos los cursos de enseñanza". Este proyecto, del que es presidente, cuenta con la colaboración de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez -vinculada a DTYSC- y ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco de la Iniciativa Interreg IIIA, España-Portugal. En el país vecino mantuvo una intensa actividad profesional con distintas instituciones antes de su entrada en la Fundación Lorca, unos trabajos que también estaban relacionados con la captación de fondos procedentes de la UE.

En la actualidad, Juan Tomás Martín se encuentra ilocalizable, pese a que ha sido requerido en multitud de ocasiones por las instituciones y por la propia Laura García-Lorca para que ofrezca su versión de los hechos. El ex secretario de la Fundación Lorca, que tiene intereses comerciales con Bolivia, mantuvo una estrecha relación con el presidente de Caja Duero entre 2003 y 2010, Julio Fermoso. Con su intermediación se fraguó una extraña y ruinosa relación entre la entidad financiera y Ricardo Hazoury, un empresario dominicano implicado en presuntas estafas y fraude inmobiliario. Se trataba de una operación inmobiliaria caótica a la legua en la que Juan Tomás Martín no sólo asesoró a Fermoso en la operación, sino que también cobró por sus servicios.

Por otro lado, las instituciones que integran el Consorcio -Ministerio de Cultura, Junta, Ayuntamiento, Diputación y la propia Fundación- continúan con un trabajo en paralelo al esclarecimiento de las cuentas para que el Centro Lorca pueda abrir cuanto antes. En este sentido, existe el convencimiento de que el día en que el Centro Lorca abra por fin sus puertas está cada vez más cercano, una vez que se publiquen en el BOE los nuevos estatutos del Consorcio, que otorgarán un nuevo marco legal que posibilitará la ansiada inauguración. De hecho, el edificio está terminado al 100%, con todo el entramado técnico en funcionamiento e, incluso, la empresa encargada de la limpieza avisada para que comience su trabajo en cuanto se reciba el beneplácito de Ferrovial.