Granada

Al instituto contra todo pronóstico

  • Horarios flexibles, temas adaptados y tutorías personalizadas consiguen que siete jóvenes estudiantes y madres consigan el título de ESO El programa Atréve-T cumple dos años

"Mi padre es un gitano muy cerrado... y muy antiguo". El padre de Custodia, con el que convive junto a su marido y su hijo, de 21 meses, nunca ha estado muy de acuerdo con que su hija estudiara. Custodia, que necesita audífono, tiene claro que "me encanta estudiar". Entre su padre y ella hay un mundo. Tiene 20 años, y unos nervios que a duras penas consigue controlar. Pese a todo -la falta de apoyo de su padre, quedarse embarazada y tener que cuidar a su hijo, su discapacidad- o precisamente por todo ello, este curso ha conseguido este título de Secundaria en el IES Nazarí de Salobreña. Ahora que lo tiene en sus manos, Custodia reconoce que "estoy dispuesta a todo". Su próximo objetivo, estudiar lengua de signos.

Como ella, otras seis jóvenes han dado un vuelco a las estadísticas y a los prejuicios. Son Esmeralda, Lorena, Carmen, Rosario, Guadalupe (ausente ayer en el acto de entrega de diplomas) y Rocío. Algunas se quedaron embarazadas con 16 años, son "sobre todo de etnia gitana", y les rodean circunstancias sociales "muy complejas", indican desde Educación. Situaciones que en buena parte de los casos, hacen que las mujeres acaben tirando la toalla, y los libros. El programa Atréve-T, que cumple su segundo año de vida, les ha puesto en las manos la posibilidad de seguir con sus estudios y, al menos, obtener el título de Secundaria "venciendo muchas dificultades", según expuso ayer el delegado territorial de Educación, Germán González.

Para conseguirlo, estas jóvenes -y otras siete que todavía no han conseguido finalizar sus estudios pero que están dentro del programa- cuentan con tutorías (incluso en el domicilio de la alumna) y seguimiento individual, sólo van al instituto seis horas a la semana y se les adaptan los contenidos, enumeró el coordinador del proyecto, Miguel Ángel Caballero. Todo para que, en la medida de lo posible, se les facilite el camino hacia la titulación mínima exigible para entrar en el mercado laboral.

"Ellas quieren seguir estudiando", aseguró Caballero, que reconoció el valor de las chicas. "Imagínate decir con 16 años en el instituto 'estoy embarazada'. Eso supone el adiós" a los estudios en una edad en la que ya no es obligatoria la enseñanza, resumió el responsable del área de Desigualdades de la Delegación de Educación.

Ana María Rejón es profesora de Inglés en el Colegio Luisa de Marillac de Granada, en el que este curso que acaba de finalizar han estudiado dos de las alumnas del programa Atréve-T. Una de ellas es Rosario, de 16 años y que dará a luz el próximo mes de septiembre a una niña. "Desde el primer día le puso muchas ganas. Quiere estudiar para trabajar en un jardín de infancia y estamos orientándola. Ella no quiere perder esta oportunidad", apuntó Rejón, que reconoce la "madurez" de su alumna. Rosario es consciente de que buena parte de su futuro, y el de su hija, depende de esta oportunidad. El padre de Rosario, Justo Muñoz, califica de "maravilla" el proyecto. "No es un programa cualquiera".

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