La experiencia de casi nueve años de crisis ha demostrado que cualquier trimestre en el que no suba el paro es bueno. Así que, a la vista de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el tercer trimestre del año no puede más que considerarse positivo. Gracias a las contrataciones vinculadas al sector servicios, Granada ha conseguido reducir el número de parados hasta los 127.600, 17.500 menos que el trimestre anterior. Esta evolución es muy positiva, ya que supone una caída relativa del 12,1%, dejando el desempleo en uno de los niveles más bajos desde el año 2009, cuando comenzó a dejarse notar con fuerza la 'sangría' laboral.

Junto a la caída del desempleo, los meses de julio, agosto y septiembre han supuesto un revulsivo para la ocupación. En la actualidad, Granada cuenta con 311.400 trabajadores en activo, 5.100 más que en el trimestre pasado. Esta cifra también es una de las mejores de la serie, y supone el mejor comportamiento de la ocupación en un tercer trimestre desde 2008.

Sin embargo, y por positivos que sean los datos en un mercado laboral más acostumbrado a las malas que a las buenas noticias, es difícil dejar de señalar el enorme desequilibrio que hay entre la caída del paro y el aumento de la ocupación. ¿Si las listas del desempleo cuentan ahora con 17.500 nombres menos, por qué únicamente han encontrado empleo 5.100 granadinos? La explicación está en la población activa. En el tercer trimestre del año, el colectivo de granadinos que se declaran en edad y disposición de trabajar se ha reducido de forma significativa, pasando de los 451.400 a los 439.000. En apenas tres meses, la población activa granadina ha experimentado una 'fuga' de 12.400 miembros, un fenómeno paralelo al aumento de la población inactiva, que ha sumado 13.200 personas y contaba al cierre del tercer trimestre con 317.000 granadinos.

Con estos ingredientes, la tasa de paro también se ha reducido de forma importante. Si en el segundo trimestre del año el porcentaje era del 32,14%, en este tercer trimestre se ha rebajado hasta el 29,07%. La serie estadística histórica del INE permite comprobar que, con la excepción del cuarto trimestre de 2015 -cuando la tasa de paro se redujo al 28,8%-, habría que remontarse hasta el año 2011 para encontrar un nivel de desempleo más bajo que el del tercer trimestre de 2016.

El caso es que la tasa de paro, que por sí sola tiene una lectura positiva, también ofrece motivos para el pesimismo. Granada sigue siendo la quinta provincia española con mayor peso del desempleo en su estructura laboral, solo por detrás de Jaén (33,22%), Córdoba (32,59), Cádiz (31,24%) y Huelva (29,69%). Además, la tasa de paro de Granada sigue muy alejada de la nacional, que en este tercer trimestre se ha reducido a 18,91%.

Esos diez puntos que separan la tasa de paro granadina de la nacional hicieron que ayer el presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, admitiera que pese a los "positivos" y "esperanzadores" datos del trimestre, hay ciertos condicionantes que obligan a ser "prudentes". Cuerva apunta que la tasa de paro ha bajado este trimestre después de experimentar un importante incremento en el anterior, por lo que la tendencia a la baja no ha sido progresiva. "De hecho si miramos la evolución interanual de Granada observamos que la tasa de paro en nuestra provincia solo ha descendido un 0,66% en el último año, frente al descenso del 3,21% de Andalucía y el 2,27% del conjunto de España, lo que no es un buen síntoma", explicó.

Obviamente, si los empresarios pusieron 'pegas' a los datos de la EPA, los sindicatos encontraron bastante más motivos de preocupación. El secretario general de UGT de Granada, Juan Francisco Martín, apuntó que la caída del paro se debe a "empleos de verano, estacionales, temporales y precarios", y que la recuperación laboral son más "cantos de sirena que otra cosa". Los datos por sectores demuestran claramente que sin el turismo, los resultados hubieran sido bien diferentes. El sector servicios ha aumentado la ocupación en 5.800 trabajadores, hasta los 243.800. La agricultura también ha tirado de la ocupación, pero de forma muy poco significativa, con 200 ocupados más. Y tanto la industria como la construcción han destruido empleo: 700 en el caso de la industria, un centenar en el caso de la construcción.

El secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, apuntó además que el aumento del empleo no ha sido paralelo a los buenos datos turísticos, mostrando su preocupación por una tasa de empleo de solo 41,2 en meses de "máxima afluencia turística".