-Hablemos de futuro. Si nos trasladamos a finales de 2012, ¿cómo será la movilidad en Granada?

-El Metro es una apuesta por un modelo de ciudad diferente. Es un transporte público mucho más eficaz (además de limpio y sostenible). Además influirá en la ciudad de muchas formas. Por ejemplo, creará nuevas centralidades comerciales porque cuando llegue de una forma fácil a algunas zonas que ahora están afectadas por las obras, éstas lo notarán. Para el turismo, también tendrá importancia. Al final el Metro conseguirá desplazar en cierta forma al automóvil. El Metro disuade porque complica la circulación del automóvil por algunos puntos y a la vez se le da a la gente otra alternativa eficiente. La gente dejará el coche en la casa y eso es un cambio en el modelo de ciudad. Ahora mismo nos vamos a centrar en la línea que tenemos contratada, que va a servir como prueba. En el futuro habrá que pensar, como otras ciudades, en extenderlo y en otras líneas.

-¿Será práctico este Metro en Granada sin que pase por el centro?

-Me pregunta a mí que he sido defensor siempre de una línea por el centro. Pero eso no significa que no sea viable la que se está haciendo. Tenemos que tener en cuenta que llegar desde Recogidas, andando, a lo más céntrico de la ciudad se tardan unos 7 minutos. No es una línea alejada del centro, sino próxima. También está bien empezar con una línea como ésta que es más fácil, ver su funcionamiento para después, cuando toda la población de Granada esté convencida de que es un medio eficaz, entrar en operaciones más complicadas. Porque entrar con el metro o tranvía por Reyes Católicos y esa zona es complejo, pero si la población quiere se puede hacer. Mi obligación es ahora terminar la obra del Metro, que realmente esté funcionando en 2012. Pero creo que tenemos que de alguna forma ir considerando que hay opciones de futuro y se podrá ampliar.

-¿El planteamiento de nuevas ampliaciones puede esperar a terminar la línea actual? ¿No es el momento ahora?

-De pensar en otras posibilidades sí. De hecho se está viendo técnicamente. Estamos barajando todas las posibilidades. Pero decisiones de cuál será la segunda línea no están tomadas. Ahora estamos centrados en la línea 1.

-Entre esas posibilidades está la línea al centro, el Aeropuerto...

-La línea centro está estudiada. Técnicamente se puede hacer, comercialmente es muy importante. Pero esto lo tenemos que hacer de acuerdo entre todos. Los acuerdos que ha habido con el Ayuntamiento de Granada han sido imprescindibles porque sin ellos el Metro simplemente no se podía hacer. Cuando todos los granadinos quieran que el Metro vaya por el centro, por Gran Vía, la Calle Reyes, el Metro irá por el centro, pero cuando todos los granadinos quieran porque el mejor proyecto es el que es posible. No lo es si una parte no está de acuerdo porque además ¿quién lleva la razón? No es una verdad absoluta que tú tienes y la otra parte no. Ahora mismo plantear el ramal del centro tiene otras complicaciones. La Gran Vía está recién terminada. Habrá que esperar un poco, ver que el Metro funciona muy bien y que todas las administraciones y todos los partidos estén de acuerdo con esta opción, para poderlo iniciar. Ferrocarriles no puede decir vamos a hacer para del 2012 la línea centro. Si hay consenso se hará. Si no lo hay, tardaremos más o no se hará.

-En aras del consenso es necesario hacer muchos cambios...

-He sido defensor del Metro en superficie en su totalidad, sin embargo para mí ahora el mejor proyecto es el que hay aprobado porque es el único posible, el que está consensuado. Ahora mismo estamos trabajando con los técnicos municipales con mucha fluidez y esto es imprescindible. Tenemos que ser poco sectarios y al final cada cual tiene sus razones y el mejor Metro es el que se puede consensuar. Eso es lo que estamos consiguiendo aquí y por eso estamos avanzando rápidamente.

-¿Y el acuerdo con los vecinos y comerciantes?

-También es importante. Nosotros queremos que la gente participe. A lo mejor con pequeñas cosas se pueden solucionar problemas importantes. Pongo como ejemplo anecdótico lo que el otro día nos encontramos en el Camino de Ronda. Colgaron en los comercios unos carteles dándonos las gracias por contribuir a la mejora de la movilidad en esa zona. Puede parecer que los comercios, entre la crisis económica y una obra que es complicada, iban a estar a disgusto. Y sin embargo nos encontramos con esos carteles de apoyo porque estamos muy atentos a lo que los comerciantes y los vecinos nos dicen. Si podemos en obra solucionar pequeñas cosas lo vamos a hacer. Hemos abierto un poco el espacio y habilitado un vial para carga y descarga. Si estas cosas que se pueden hacer no afectan a la seguridad y al desarrollo de la obra, hay que estar muy atentos para ejecutarlas. Los vecinos se quejaron de la iluminación. Hemos reforzado y ahora estamos poniendo postes en el centro en los pasos de peatones. Estamos abiertos. Esta es una obra que tenemos que hacer, no entre todos, pero sí con la voluntad de todos. Yo quisiera conseguir que el Metro de Granada sea un referente para los granadinos, que al final estén orgullosos. No en todas las ciudades se está haciendo esta apuesta tan importante. Cuando venga alguien de fuera, que sea una referencia.

-¿Es una obra acorde con la dimensión de la ciudad?

-Tenemos que pensar que esto es un Metropolitano, que estamos sirviendo a un área que tiene 500.000 habitantes, que es una dimensión importante. No estamos haciendo un Metro pesado porque eso sería inviable, en tres paradas te habrías pasado Granada de una punta a otra. Pero un metro ligero o tranvía es apropiado.

-¿El inconveniente de eso es que se alargan los tiempos del recorrido?

-La velocidad de 20 kilómetros por hora que está prevista dobla la del autobús. Es suficiente. Además los autobuses están afectados por el tráfico, mientras que el Metro en ningún caso está afectado porque es prioritario siempre. Es una velocidad comercial más que suficiente para una escala como la que tiene Granada y su Área Metropolitana.

-¿Se ha definido ya la posibilidad de dar cabida al capital privado en la futura explotación?

-No es un tema definitivo. Estamos viendo varias posibilidades.

-¿Hay demanda por parte de las empresas?

-Sí, demanda sí hay. Ahí no habría problema. Lo que hay que ver es qué modelo sería mejor.

-¿Han hecho cálculos de una explotación rentable?

-Todos los metros que conozco están subvencionados porque es un servicio público y habrá que ver hasta donde se puede llegar en precios. Es una inversión muy costosa, estamos hablando de 450 millones de euros. Si empiezas a ver la amortización como cualquier empresa cuando calcula costes, no sería posible rentabilizarlo. Con cifras de 30.000 a 40.000 viajeros al día sí es comercialmente viable.

-¿Qué administración se encargaría de esas subvenciones?

-Ese es otro de los temas que hay que ir cerrando. En principio, la Junta, como es un transporte metropolitano tiene competencias, pero habrá que verlo con los ayuntamientos también.

-La financiación de la obra en la parte que le toca a los ayuntamientos ¿se está viendo afectada por la crisis?

-Todavía no le hemos exigido a ningún ayuntamiento que ponga la parte que le corresponde. Ahora mismo la inversión la está realizando la Junta, aunque hay un 17% que es de los ayuntamientos y en su día veremos cómo hacen frente a esas cantidades.

-Una vez que se termine el primer tramo de Albolote a Maracena ¿podrá entrar en servicio?

-No hay una decisión tomada. La obra está muy avanzada. Animo a la gente a que vaya y la vea porque es la imagen de lo que va a ser el Metro en todo su recorrido. Luego veremos lo que se hace y cuanto tardamos. Ahora mismo tampoco sabemos qué tipo de vehículos vamos a utilizar. El concurso público lo tenemos abierto hasta el 21 de enero. Algunas pruebas creo que sí podemos hacer, algunas demostraciones. Pero operar comercialmente no, seguro.

-Qué tipo de vehículos se van a comprar?

-Vamos a comprar 13 vehículos con opción a compra de 17. Lo consideramos suficiente para los 15 kilómetros que vamos a tener en uso. La zona talleres está dimensionada para casi 40. Estamos diseñando para no crear cuellos críticos. En cuanto a las características técnicas son trenes de última generación. Una cosa de las que se exigen en el concurso es que vayan equipados con sistemas que nos permitan en pequeños tramos funcionar sin catenarias. Significa que van dotados de un sistema que en pequeños tramos puedan ir como una especie de coche eléctrico. Esto es absolutamente nuevo, casi experimental. Quiero resaltar la reserva, porque tampoco podemos decir que vamos a tener trenes que funcionan sin catenarias.