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'Star Wars', cuando los jedis inventaron la narrativa transmedia

  • Encuentro. La Facultad de Comunicación y Documentación organiza un congreso en el que analiza cómo se relacionan a través de las nuevas tecnologías los productos culturales

Hay cosas que no existen hasta que no se nombran. Este es el corazón de la poesía, pero también de la narrativa transmedia, una de las realidades más pujantes de las industrias audiovisuales y del entretenimiento. Hasta hace relativamente poco no se fijó el término, pero la saga de la Guerra de las Galaxias es un producto cien por cien transmedia, aunque ni sus creadores lo sabían. "Cualquier producto cultural, como un videoclip, una novela, un cómic o una película, existe en relación a los otros medios y en relación a las otras plataformas, ya no existen los medios puros", sintetiza Domingo Sánchez-Mesa, director del Seminario Internacional Transmedia Storytelling: Intermediality & Adaptation in Digital Cultures, que se desarrolla estos días en la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Granada.

Así que la narrativa transmedia lleva décadas funcionando, "pero los profesores y los académicos necesitan las palabras y los conceptos para analizar, teorizar y comprender la variedad de los fenómenos culturales, para luego poder enseñar estas prácticas", continúa Sánchez Mesa sobre la irrupción de palabros como crossmedia. "Esto no es nuevo, pero ha llegado una nueva era en la comunicación cultural que ha traído consigo internet, donde las fronteras entre radio, cine o cómic son mucho más borrosas y el salto de una plataforma a otra es mucho más fácil y se hace de manera más natural". Así que los expertos intentan reflexionar y teorizar sobre un modelo cultural que, de manera alegre y atrevida, usan cineastas como Nicolás Alcalá, que ayer habló en el seminario sobre el rodaje de El Cosmonauta, la primera película financiada en España a través del crowdfunding, nada más y nada menos que unos 400.000 euros. Consiguió el dinero a través de las redes sociales y, en vez adaptar una novela, como cualquier cineasta al uso, utilizó un libro de poemas de Henry Pierrot, Poética para cosmonautas. Pero, además de la película, rodó 32 webisodios y editó un libro sobre el proyecto, con la consiguió unos niveles de 'prostitución' de géneros apenas vistos hasta ahora. Henry Pierrot y Nicolás Alcalá no se conocían de nada. Pero el cineasta estaba escribiendo un cortometraje sobre cosmonautas en Rusia y se topó con su libro de poemas en una librería, casi un milagro porque sólo se habían editado 500 ejemplares. Henry Pierrot había escrito el libro con 22 años y ya casi no se acordaba de sus poemas 'espaciales'. "No es una adaptación al uso, lo que ha hecho Nicolás es adaptar el espíritu de mi libro en su película, con la base de un triángulo amoroso entre tres cosmonautas", señala el escritor que, ni en sueños, pensaba que iba a ser el inspirador de una película.

Para Sánchez-Mesa, "necesitamos reflexionar sobre qué es lo nuevo en ese salto entre géneros que ya se producía antes, porque los mitos clásicos dieron origen a performances teatrales, que luego pasaron a ser codificadas en escritura... La vida de los productos culturales siempre ha sido transmedia, lo que pasa es que con la era digital esa velocidad en el tránsito y la velocidad de los cruces es mucho más obvio".

La narrativa transmedia también implica que los antiguos usuarios participan ahora de una manera nueva en este circuito de comunicación cultural. Según el director del congreso, "las audiencias ya no son las audiencias pasivas de antes, participan en el circuito cultural, lo que también está sujeto a debate sobre si es un sólo un producto de marketing o es real".

En cuanto a la producción, la narrativa transmedia se basa en producciones que, desde el principio, están ideadas para consumirse en distintas plataformas mediáticas, de forma que cada una constituye una parte de ese relato, "que no está en los otros medios y que ofrece al fan una experiencia donde el conjunto de esas plataformas y esos trozos de historias dispersas se convierten en una experiencia más compleja".

El gran ejemplo es Juego de tronos, una serie que desarrolla paralelamente perfiles de los personajes en Facebook, en Twitter, y que rellena los espacios entre cada episodio con información a base de teasers o promos. Este es el trabajo de Robert Pratten, uno de los nombres más mediáticos del congreso. En la actualidad está haciendo la campaña transmedia de Juego de tronos para Canal +, construyendo una historia a partir del eslogan Si lo vives es real, con lo que está calentado el estreno de la serie con elementos que no están en los episodios. "Construyen un relato que complementa a la serie, esto es el relato transmedial, igual que los videojuegos sobre la serie", señala Sánchez-Mesa.

Desde el punto de vista de la producción, el lema de Pratten es generar contenidos que sean relevantes para la gente. "Transmedia es el arte de construir mundos de ficción dentro del mundo real, romper las fronteras entre los productos que estamos acostumbrados a consumir ya terminados, para convertirse en un juego que se va generando entre todos", continúa el director del congreso.

En su intervención, Pratten sostuvo que en España hay un caldo de cultivo "tremendo" para las experiencias transmediales porque hay mucha creatividad, "pero es un momento complicado porque las estructuras de financiación son muy rígidas y bastante estáticas".

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