El artista es como un medium, ni siquiera es consciente de sus hallazgos. El arte va más allá de lo que uno puede controlar, un milagro que nunca se repite", dice Miquel Barceló.

Ese milagro del que habla el pintor también puede darse a la hora de coleccionar. Ocurre claramente en la exposición que acoge el Museo CajaGranada hasta el próximo 8 de enero. Julián Castilla, propietario de la colección Himalaya, se ha dejado llevar por la voz del corazón para adquirir las obras que la componen. Y ha acertado. Hay latido en la colección. "Ocurre cuando se compra para disfrutar, no para invertir", comenta la comisaria de la exposición, Marisa Oropesa.

Miquel Barceló, Jaume Plensa, Luis Gordillo, Pérez Villalta, Juan Muñoz, José María Sicilia, Juan Genovés, Ouka Leele, Ignasi Aballi, Bosco Sodi y el pintor granadino Paco Pomet son algunos de los nombres de primer nivel aquí reunidos.

Se trata de todo un viaje por lo mejor del siglo XX, un repaso al arte contemporáneo español a través de 50 piezas que nunca se han visto en Andalucía. "Todas pertenecen a la colección Himalaya, son el resultado de la pasión que Julián Castilla siente por el arte. Una pasión que ha hecho que coleccionar sea su forma de vida y que le lleve a compartir, de forma altruista, su obsesión con todos los granadinos que deseen visitar esta muestra y sumergirse en ella", dice Oropesa.

Diego Oliva, director de CajaGranada Fundación, se siente agradecido de poder ofrecer esta colección en la sede del Museo granadino. "Disfrutamos de una extraordinaria muestra que aúna una calidad excepcional y hace un completo recorrido por la historia reciente del arte español".

Pero la colección no está cerrada. Uno de los cuadros que puede contemplarse, La luz que se apaga de José María Sicilia, acaba de llegar de Londres, recientemente adquirido. Es la primera vez que se muestra en público.

Aunque la colección Himalaya se ha expuesto en otros lugares, "la exposición la hemos diseñado pensando en esta ciudad con obras expresamente elegidas como el Sicilia o la pieza de Ignasi Aballi", comenta la comisaria.

Las piezas, desde luego, lucen especialmente atractivas en el Museo CajaGranada. Da la bienvenida al visitante una sección compuesta por cuadros más clásicos, obra de los pintores que se vieron obligados a exiliarse de España con motivo de la Guerra Civil. "Eugenio Granell acabó en Santo Domingo, Joaquín Peinado en París... es un recorrido muy gratificante también para quien no sepa demasiado de arte", explica Oropesa.

Después, pueden verse piezas posteriores a la II Guerra Mundial. "Es el momento de las tendencias abstractas, del expresionismo que nace en Estados Unidos, del informalismo, movimientos que fueron llegando a España poco a poco. Artistas como Luis Gordillo, que apostaban por la vanguardia, rápidamente los adoptaron". "La particular historia de España -añade- hace que el informalismo desarrollado por nuestros artistas tenga una identidad especial".

La colección va de esta manera creciendo por grupos estilísticos y etapas. En la década de los sesenta, el realismo volvió a adquirir gran protagonismo gracias, sobre todo, a los artistas norteamericanos. "En esas mismas fechas, un grupo de artistas españoles participaron decisivamente en la renovación del panorama de la plástica española. Anteponían el testimonio de la vivencia personal a la mera captación de la realidad buscando lo cercano y lo familiar. La figuración es protagonista como lo demuestra la presencia de Carmen Laffón", apunta la comisaria.

Dentro del arte Pop y la Nueva Figuración, podemos contemplar una pieza de Eduardo Úrculo, que fue uno de sus máximos exponentes. "En este momento muchos artistas españoles convierten su sus creaciones en una especie de crónica con matices irónicos y críticos de los hechos sociales, culturales y políticos que sacudían el país".

Con la transición y la democracia llegó la movida, que representan en la muestra Ouka Leele, Pérez Villalta, Sifgrido Martín Begué, Ángel Mateo Charris o Ceesepe. "Los cambios a todos los niveles que vivió España en aquella época fueron también un revulsivo para el arte, que se benefició de unos momentos de mucha creatividad, con lo que España atravesó una etapa de gran desarrollo artístico", comenta Marisa Oropesa.

Es también el momento de Jaume Plensa, Miquel Barceló o Juan Muñoz, "cuando el arte español contemporáneo va ocupando un lugar cada vez más destacado en el panorama internacional".

Los jóvenes artistas también tienen su hueco en la muestra. Por ejemplo, el granadino Paco Pomet. También Ignasi Aballi, Ángel Mateo Charris y Bosco Sodi, "cada vez más cotizados en mundo del arte contemporáneo a nivel internacional".

Entre los cuadros que tienen una historia detrás está el retrato que Miquel Barceló realizó a Ceesepe. "Se hicieron retratos mutuamente, en plan amistad, y cuando Miquel Barceló se enteró que Ceseepe lo había vendido se molestó un poco, porque era una cosa como de compañerismo".

Más piezas interesantes son las de Abraham Lacalle y otra que recoge los nombres de todos los grabadores desde el siglo XV hasta ahora: Gustavo Doré, Fragonard, Bellini, Campagnola o Rembrandt. También es muy original la pieza de Bosco Sodi, con texturas que recrean una especie de vista aérea de una selva y una serie de cartas muy entrañables con las que Manuel Antonio Domínguez juega a hacer un guiño nostálgico a ese servicio postal ya prácticamente inexistente.