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Vicente Brito: el arte del impacto

  • Tres salas del centro cultural acogen las diferentes épocas del pintor, cuya profesión principal fue siempre la de arquitecto.

Vicente Brito, pese a los años transcurridos en Granada, sigue teniendo ese aire cosmopolita de elegante cubano que aún percibe el aroma del azúcar y la brisa caribeña en cualquier rincón del mundo. Ojos de arquitecto en un espíritu de pintor. Hambre insaciable por la textura de las cosas, su pálpito y su latido. Pasión por el tacto. Inclinación a la geometría. Arte en la médula. Sus cuadros, ahora expuestos en el Centro Cultural CajaGranada de Puerta Real, parecen bocanadas de bruma, puertas a oscuras, ventanas que dan a la superficie de un abismo. Todas esas sensaciones pueden contemplarse ahora hasta el próximo 8 de octubre en la muestra, no retrospectiva, sino casi antológica La Habana, Nueva York, Granada.

"¿Que cómo surgió la idea de esta exposición?", pregunta al otro lado del teléfono. "Bueno, yo siempre he estado pintando", responde con un suave acento caribeño. "Yo trabajé bastante en Cuba, luego en Nueva York y finalmente vine a Granada. Decidí quedarme aquí. Hacía tiempo que no exponía en la ciudad y me propuse mostrar lo que ha sido la evolución de mi obra a lo largo de los años". "La muestra", explica luego, "está dividida en varios apartados, uno a la época cubana, otro a mi serie de cuadros negros, y otro, al de mi pintura más colorista. Quería hacer una exposición coherente para que el público pudiera entenderla".

Tres salas del centro cultural acogen las diferentes épocas del pintor, cuya profesión principal fue siempre la de arquitecto. Y eso se nota en su obra, en las líneas de sus cuadros. "Mi formación es de arquitecto y, se quiera o no, siempre queda con ello una manera de ver las cosas", comenta. "La arquitectura siempre da una visión distinta de las cosas, porque se centra mucho en los espacios. Pero tampoco hay que olvidar que la mayoría de los pintores del Renacimiento desarrollaban al mismo tiempo diferentes formas de arte".

Brito ha unido sus cuadros no por periodos, sino por temática. "La referencia siempre ha sido el color", señala. "Ni siquiera están los cuadros colocados cronológicamente. Hicimos una selección combinando los cuadros según su temática".

Luego habla de su pasión por el arte. "Me he pasado media vida visitando museos. Por eso creo que tengo influencias de muchos pintores. Dicen que mi obra no se parece a la de nadie. Pero yo creo que tengo muchas influencias".

¿Sus vivencias en Granada dejaron algún rastro en su pintura? Vicente Brito reflexiona un momento. "Bueno, cuando yo llegué a Granada ya estaba muy formado en la pintura. Pero es natural que una ciudad como Granada influya a cualquier creador. De hecho, hay algún cuadro mío del que dicen que recuerda a las taraceas, a ciertos aires árabes. Aunque no es algo consciente".

¿Y de dónde le viene esa pasión por el empleo del color negro en la mayoría de sus pinturas?. Brito sonríe. "El negro es el color más importante para la pintura en China", replica. "La pintura china seria se hace en blanco y negro, porque ellos creen que esos dos colores incluyen a todos los demás, en ellos están todos los demás tonos. Creo que el negro es un reto para el pintor. Como no pinto paisajes, no sigo una línea determinada. Tengo cuadros en blanco y negro y tengo cuadros en color. El uso del negro no surgió al principio de mi obra. De hecho, cuando comencé a emplear el negro sólo lo hice para una obra. Sin embargo, con cada experimento que hacía, me salía una cosa diferente, y me dije: 'Éste puede ser un buen camino'. Casi siempre utilicé acrílico sobre papel".

Entonces comenta: "Hasta la pintura es distinta cuando se trabaja en distintos materiales. Por eso los materiales son tan importantes. El negro es igual que otro color, pero tiene mucha más resonancia".

Cuando se le pregunta si se siente más arquitecto que pintor o más pintor que arquitecto, bromea: "Los arquitectos me van a matar", dice. "Pero siempre me he sentido más pintor que arquitecto. De hecho, lo que me inclinó hacia la arquitectura fue que allí se enseñaba mejor pintura que en la Escuela de Bellas Artes. Ahora ya no es así, pero en aquella época sí lo era. En Arquitectura dábamos incluso clases de Historia de la Pintura. Por eso me incliné hacia esa profesión".

Brito, sin embargo, nunca ha intentado aunar sus dos vocaciones en una obra común. "Paul Válery decía que hay edificios que hablan, otros que cantan. Antiguamente, arquitectura y pintura estaban unidas, pero hoy día, con la especialización, eso ya es prácticamente imposible".

No tan imposible como el impacto que producen sus cuadros en una sala de exposiciones, cuadros que empujan hacia paisajes interiores. Hacia el mundo de Vicente Brito.

Vicente Brito. Centro Cultural CajaGranada Puerta Real. Hasta el 8 de octubre.

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