Editorial: Granada se inclina a la izquierda

LA provincia de Granada vuelve a inclinarse a la izquierda: Torres Hurtado no ha conseguido revalidar la mayoría absoluta para sumar un cuarto mandato en la capital y el PP ha perdido el liderazgo en la provincia que, por primera vez desde el inicio de la democracia, consiguió en 2011. Los resultados electorales del 24-M dejan un escenario completamente abierto en la Plaza del Carmen, donde un frente de izquierdas puede arrebatar la Alcaldía a los 'populares' tras 12 años de gobierno, pero también se apunta un horizonte especialmente complejo en plazas estratégicas de la provincia como Motril, Loja o Guadix.

Como apuntaban las encuestas, la irrupción de Ciudadanos y Vamos Granada -con las distintas marcas en torno a Podemos con que han concurrido a las municipales- obligará a los grandes partidos a pactar en un juego de estrategias que deberá empezar a definirse a partir de hoy en decenas de municipios y que tendrá que contar con las formaciones 'emergentes' como piezas clave en las futuras alianzas.

En la capital, con la desaparición de UPyD y la caída de IU -sólo Paco Puentedura se mantiene en el Consistorio-, matemáticamente es factible tanto un gobierno de derechas en torno al actual alcalde y el respaldo de Ciudadanos -el ex senador socialista Luis Salvador tendría la llave de gobierno como líder de esta nueva formación- como un tripartito entre PSOE, Ciudadanos y Vamos Granada en torno a Paco Cuenca de alcaldable.

Las dos opciones son complejas por las difíciles relaciones personales entre los principales candidatos, la trayectoria en sus respectivas formaciones y la dureza con que se ha desarrollado la campaña electoral. Anoche, sin embargo, ya se apuntaba una posible salida. Si Luis Salvador avisaba a Torres Hurtado en su primera comparecencia de que deberá negociar con "mucha humildad" si quiere contar con él para mantener el bastón de mando, el alcalde no tardó en responder tendiéndole la mano y asegurando que está dispuesto a realizar todos los esfuerzos necesarios para llevar la "estabilidad al Ayuntamiento".

En la provincia, el duelo entre PP y PSOE se mantiene muy ajustado pero los socialistas vuelven a lograr la primera posición y pueden gobernar con el apoyo de IU y Podemos. Empujado por el descontento general provocado por la crisis, en 2011 fue el PP el que arrasó con una victoria sin precedentes y consiguió arrebatar el poder que los socialistas habían mantenido durante tres décadas. Si el varapalo ciudadano se dirigió entonces contra el PSOE, ahora ha tenido de diana al Partido Popular pero con un mensaje de advertencia muy claro hacia los dos grandes partidos que han protagonizado hasta ahora el sistema de poder: se impone la pluralidad.

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