Basilio Granados / Delgado

Ellos hablan sobre las promesas que no van a cumplir

ELLOS hablan que el problema del comedor en la zona Norte se va a solucionar pero que hay un "problema de forma" que ahora mismo lo interrumpe.

Dos años de lucha por conseguir que una parte de la población infantil de la cara más descuidada, la que nadie quiere encontrarse cerca, de la ciudad de Granada y "absoluta prioridad" signifique lo que está escrito. En este caso ya se llevan dos años de "absoluta prioridad", "fórmula viable" y otras para darle vueltas a lo mismo. Pero la realidad está en otro lado, no en las luchas del lenguaje (el clásico "a ver que digo para que quede bien"), la realidad está en las no voces de los que a causa de los inútiles y denostados entramados administrativos, no son atendidos como un estado de bienestar promulga.

Agraciadamente no es toda la población infantil pero sí es la más olvidada (gitanos españoles y rumanos gitanos que vienen a nuestra tierra bajo la bandera de "esta tierra es mi tierra (Woody Guthrie), quiero que sea mi tierra también". Estoy hablando de una pequeña población que ante todo debe ser atendida, antes que nada, antes de las negociaciones, antes de las luchas, antes del lenguaje. Antes.

Es la población infantil que vive en la calle Molino Nuevo y cercanas.

En las zonas de "exclusión social" es donde más nos comprometemos con la Ley de Solidaridad que escribieron los parlamentarios andaluces para la modernización de esta tierra tras la debastada situación con la que se encontraron en el inicio de la etapa democrática.

Todos los mecanismos y herramientas necesarios para el desarrollo cultural y social y de dignificación del ser humano, hay que ponerlos en marcha para aquellas zonas más empobrecidas, que ahora denominamos de "exclusión social". El comedor escolar, es una de esas herramientas. No solo para el fortalecimiento del cuerpo (comer a las dos de la tarde) también como parte del ser ciudadanos.

Pero volviendo al lenguaje, aparecen los que coloquialmente llamamos "listos" con argumentos como público/privado y en medio de esto, concertados. Hablo de escuelas. Parece que todo lo encierran en "hay colegios públicos en los que hay comedores, y allí pueden estar estos niños y niñas" (Si os contara como funcionan algunos de los colegios que están alrededor de la calle Molino Nuevo. La no implicación de los maestros y maestras de muchos de esos colegios. La discriminación que sufre una parte de la población infantil por ser rumana y gitana… Si os contara… porque muchos de esos colegios son públicos. Si os contará, no desearíais posicionaros.

Y todo se reduce a eso, que coman allí, que se matriculen acá… simplistas.

Alguna vez dije, preocupado por la situación de los niños y niñas de la calle Molino Nuevo y cercanas, que el asunto de la EDUCACIÓN se basaba en garantizar la igualdad de oportunidades para todos y todas. Si esto fuera así en los otros colegios de la zona -públicos y/o concertados-, "otro gallo cantaría"

En la pequeña escuela Luisa de Marillac, siendo un colegio concertado, la implicación del maestro o/y de la maestra, los programas específicos que se llevan a cabo, todos para el desarrollo cultural y social que mencionaba párrafos arriba, pretendemos ante todo lograr que el alumnado se sienta solidario con el barrio en que vive, ser el motor que impulse la evolución de la zona a quien se destina, hacia su dignidad, su libertad y su cultura. Si esto fuera así en los otros colegios de la zona -públicos y/o concertados-, "otro gallo cantaría"

Empezaba diciendo que el castellano es conciso: lo que se escribe es tal y como se quiere declarar. Ahora digo que además, es inteligente: según las palabras que utilices, así te defines. De esta forma nos encontramos con argumentos simplicistas que no tienen más peso que lo que has dicho. Y otros argumentos con peso, son los que mueven las conciencias.

El problema que desde hace dos años ha surgido con el asunto del comedor escolar en la zona Norte no es un debate de luchas entre público/privado (quién es más y quién menos), como algunos o/y algunas quieren hacer que la ciudadanía entienda. Es un debate que traspasa esos argumentos que he denominado simplicista. Es el debate de los argumentos con peso, el de asegurar la igualdad de oportunidades y sobre las promesas que no van a cumplir.

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