ESCRIBIÓ Thomas de Quincey en Del Asesinato considerado como una de las bellas artes que "si por una vez, un hombre se permite un asesinato, muy pronto acabará pensando en robar un poco; y del robo pasará a no respetar el precepto dominical, y de ahí a los malos modales y a dejar las cosas para mañana".

Siguiendo tan tortuoso camino, el presidente de la CEOE ha afirmado que tener un trabajo fijo y seguro es algo propio del siglo XIX. Y en breve nos anunciará un lóbrego futuro en el que tras renunciar al contrato indefinido, se alargará la jornada, trabajaremos desde la cuna al féretro, no habrá pensiones, ni vacaciones, ni fines de semana, ni descanso dominical y en unos años votaremos en referéndum, supongo que por última vez, si preferimos volver a ser esclavos al uso romano o nos place más recuperar la condición medieval de siervos de la gleba. Imagino los debates y controversias; que si es mejor la manumitio romana que el pago de remensa al señor feudal para poder abandonar la tierra; que si mira Espartaco; ¿y Robin Hood?; que riesgos siempre hay; que yo qué sé, yo voto lo que diga mi partido... ¿Y el derecho de pernada? Por favor, no sea vulgar. Un poco de cultura, su nombre es ius primae noctis. Y por supuesto que se recuperará. Igual que la picota y las ordalías.

Y es que estas cosas es mejor hablarlas claras desde un principio y hacerlas bien. Si lo que el señor Rosell quiere es una vuelta a los orígenes, pues se plantea con todos sus detalles y nos dejamos de parches y amagos que sólo sirven para soliviantarnos y para que luego todo se quede en agua de borrajas. Con estas medidas acabará el paro. Y también la economía de mercado, el progreso, la libertad, el raciocinio y hasta la evolución. Y habrá, como es de justicia, señores feudales y siervos de la gleba. Y punto. Porque lo injusto es que un visionario como Díaz Ferrán, antecesor del señor Rosell y auténtico precursor de estas ideas -recuerdan cuándo dijo que lo que había que hacer era trabajar más y cobrar menos?- esté en la cárcel por cuatro minucias.

Y lo que da vergüenza ajena es escuchar tales barbaridades. Sobre todo, cuando ha sido la libertad económica quien ha creado riqueza, educación y confort y son los mercados eficientes los que posibilitan la reducción de la jornada de trabajo. Pero claro, si hablo de libertad de empresa y mercados eficientes, ¿qué pintan aquí lobistas como Díaz Ferrán, Rosell y la CEOE?