Mar adentro

Milena Rodríguez / Gutiérrez

Emergencia en Cuba

LA situación en Cuba, después del paso de los ciclones Gustav e Ike, es muy crítica. Las escasas muertes producidas no reflejan el dramático escenario: el daño de pueblos casi enteros en las provincias de Pinar del Río, Holguín, Camagüey, Las Tunas, Isla de la Juventud; el derrumbe, total o parcial, según fuentes oficiales, de unas 340.000 viviendas; la pérdida de enormes cantidades de alimentos; la importante subida de los precios que ya ha empezado a producirse. Según dicen los rumores (en un país sin prensa libre como Cuba, las noticias importantes proceden frecuentemente de los rumores), el país puede retornar a un punto que parecía superado: los peores años del llamado Período Especial, allá por los noventa, cuando los apagones duraban 12 horas y la escasez alcanzaba altísimas proporciones. Con un agravante fundamental: Cuba no posee las reservas materiales de entonces ni la población las reservas psíquicas para soportar otra vez las mismas o peores privaciones.

Como ha escrito Yoani en su blog Generación Y "la situación de emergencia creada por Gustav e Ike no es sólo culpa de los fuertes vientos y las lluvias, sino también del desastre productivo y habitacional que arrastraba esta Isla desde antes". Por otro lado, no es seguro que el débil liderazgo de Raúl Castro (no ha aparecido personalmente en ninguno de los pueblos más afectados por los huracanes) sea capaz de resistir en estas condiciones.

La ayuda internacional resulta imprescindible en una situación como esta. Y aunque gobiernos e instituciones han ofrecido alguna, resulta necesario apelar también a la solidaridad de los particulares. Desde España, hay diversos medios para contribuir (menciono algunas organizaciones con credibilidad): Cruz Roja; Cáritas; ONG Puente Familiar con Cuba.

Grupos de cubanos exiliados promueven también cartas y documentos pidiendo, de modo temporal, el levantamiento de restricciones y recargas que tanto Estados Unidos como Cuba imponen a los cubanos en el envío de ayuda humanitaria a sus familiares. Hoy el Granma publica una nota enviada ayer por el gobierno de La Habana al Departamento de Estado norteamericano. La nota, extraña, casi humilde, solicita un levantamiento durante seis meses del embargo, para que Cuba pueda comprar materiales a las empresas norteamericanas y obtener créditos comerciales. Es la oportunidad para que el Gobierno de Estados Unidos ponga fin, aunque sea por un tiempo, a su absurdo embargo y, sobre todo, para que contribuya a aliviar la sin duda desesperada situación de los cubanos de a pie.

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