Su boda con Mikel Arteta, este verano, selló definitivamente un amor consolidado que, en su hijo común, Gabriel, había encontrado otro lazo más para unir a la pareja. Así, la modelo y actriz, Lorena Bernal, ha decidido marcharse a Inglaterra a vivir y, desde allí, asumir sólo los proyectos que le permitan seguir cuidando de los suyos. Por eso, cuando Blevit le propuso presentar unos tarritos con una nueva fórmula, baja en proteínas, no lo dudó y, gracias a este evento, hemos podido conversar con una de las Miss España más guapas de la historia del certamen.

-¿Qué tal con su niño? ¿Es tan grande el cambio como dicen?

-Genial. Como todas las madres. Cuando nace un hijo, toda tu vida la adaptas a él. Él es el primero y, luego, estás tú. Si voy a comprar ahora, por ejemplo, pienso en Gabriel antes que en mí, y, en el resto de cosas, igual.

-¿Es una de esas madres obsesivas que pasan todo el rato pendientes de su pequeño?

-Hombre, obsesiva no soy pero no dejo nada a la improvisación con mi hijo. Miro que coma, que duerma, que tenga todas sus necesidades cubiertas. Al fin y al cabo, sólo tiene 16 meses todavía y, en la alimentación -por citar algo-, tiene etapas. En unas come un montón y, en otras, hay que pelear para que lo haga bien y en cantidad (aunque te confieso que le doy de todo y que hasta utiliza ya la cuchara). A mí me gusta cocinar y preparar su comida pero, a veces, para las mujeres que trabajamos, eso no es siempre sencillo y, por eso, estos tarritos Blevit son una solución estupenda. Nunca pensé que poseen tantas ventajas como me han informado que tienen.

-¿Y su marido? ¿Colabora?

-Sí. A Mikel le encantan los niños y ayuda mucho.

-¿Coinciden a la hora de ponerse de acuerdo en el día a día de Gabriel?

-Bueno, solemos coincidir bastante en casi todo. Quizás en lo único en lo que tenemos más diferencias es en que, Mikel, lo único que quiere es estar jugando todo el rato con el pequeño. Vamos, como si fuera un niño más (risas).Yo marco más los tiempos.

-¿A quién se parece?

-A primera vista, físicamente se parece más a mí pero, en el carácter y los gestos, es su padre.

-¿Se animan con otro?

-No lo sé. No digo ni que sí, ni que no. Lo estoy pensando porque es una decisión que tiene su parte buena y su parte no tan buena.

-Lo que debe ser un poco complicado es tener su lugar de residencia en Inglaterra, ¿no?

-Llevo tiempo así y, al final, acabas acostumbrándote. Nada es difícil si estás con la gente que quieres y, la verdad, allí tengo un buen nivel. Cuando el niño sea mayor, retomaré algunos proyectos que tengo en Los Ángeles y, en cuanto a España, lo tengo en un segundo plano. Sólo digo que sí a lo que no me ocupe demasiado y, por eso mismo, he rechazado una serie que me ofrecieron y que implicaba un ritmo que no me puedo permitir.

-Entonces, ¿su profesión pasa a un segundo plano?

-Es una decisión mía pero, tener un niño, no supone dejar de trabajar. Voy a dedicarme más a Gabriel que a mi carrera. También llevo muchos años sin parar y no pasa nada por ello. Ahora mismo, mi hijo es mi prioridad. Ya habrá otras oportunidades, cuando sea mayor de volver a hacer lo que sea.