Tercera edad

La proporción de agua se reduce un 20% en mayores

  • Apuestan por protocolizar las pautas de hidratación en distintas patologías.

Cuando una persona ingresa en un entorno hospitalario, la prioridad es mejorar su salud, por lo que en ocasiones se presta más atención a procesos terapéuticos que a otras medidas que, por básicas, se dan por sabidas. Sin embargo, diversas sociedades científicas han detectado la necesidad de protocolizar la administración de líquidos en los afectados por distintas patologías, dada su importancia en el estado de salud general y el pronóstico del paciente. Fruto de esta iniciativa ha nacido el primer consenso sobre 'Pautas de hidratación en la asistencia sanitaria integral', que se presenta hoy en Madrid y que ha sido coordinada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) con el patrocinio de Solán de Cabras.

El presidente de la SENC, doctor Javier Aranceta, explica que la importancia del documento no reside tanto en que los sanitarios sean conscientes de la importancia de la hidratación, sino en que ésta no estaba, hasta la fecha, protocolizada. "Hay que tener en cuenta precauciones asociadas a la hidratación, sobre todo en determinados grupos de población como personas mayores y niños. El consenso va a cumplir una importante función asistencial".

La ingesta de líquidos, señala el experto, es importante en distintos ámbitos y la carencia de hidratación puede ser palpable en zonas del organismo tan diversas como las mucosas, la piel o el pelo. "El estado de hidratación es un parámetro de gran relevancia tanto en condiciones de salud como en situaciones de enfermedad o en situaciones fisiológicas especiales", se puede leer en el documento.

Dichas situaciones incluyen el periodo de embarazo y la lactancia. "El 90% del contenido de la leche materna es agua, así que es muy importante que la madre esté bien hidratada desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo", resume el doctor Aranceta. Pero existe un grupo en el que un descuido en las correctas pautas de hidratación puede suponer muchos problemas y es precisamente el que más atención sanitaria recibe: las personas mayores.

Según se explica en el documento de consenso, la proporción de agua corporal se reduce en alrededor de un 20% en este colectivo, por lo que sus miembros son más sensibles a la pérdida de líquidos, a la reposición insuficiente del componente acuoso o al aumento en las necesidades por consumo de algunos medicamentos, ambiente caluroso o enfermedades crónicas.

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