En la feria las historias se entremezclan como las luces de colores que adornan cada una de sus calles. El Corpus de este año lo han llamado el Corpus de la crisis sin embargo para otros, es el Corpus Solidario . No hay mal que por bien no venga y para muchas familias la feria ha sido la mejor lista de INEM. La vía de escape para muchos parados de la ciudad como es el caso de Antonia.

Sentada en su silla de ruedas, prepara todos los avíos necesarios para preparar patatas asadas. Ella y su hija viven la feria de otra manera. "Yo y mi hija estamos allí de 3 de la tarde a 5 de la mañana", cuenta la mujer. Antonia tiene nueve almas que alimentar y asegura que el estar parada es su mayor problema. "La crisis se nota hasta en la feria... la gente no compra muchas patatas, en dos días, hemos hecho 200 euros". La mujer explica que quizás su recaudación aumentaría si le dejaran vender tabaco. "La gente pregunta si vendemos tabaco, pero está prohibido y si vendes la policía te lo quita".

La mujer se muestra satisfecha por las ayudas que el Ayuntamiento ofrece a los parados durante estas fiestas, pero recuerda que la feria no dura todo el año. "Nosotros necesitamos un trabajo permanente, no sólo siete días", cuenta. Dice que le gustaría encontrar un empleo en el que pudiese desarrollarse profesionalmente, "desde temas de informática hasta de peluquera... yo puedo trabajar de muchas cosas". Mientras llega la oferta que ella quiere, Antonia sigue en la feria con sus patatas, que son las que ahora le dan el sustento para su familia.

En realidad, este la feria no ha querido dar la espalda a los que más lo necesitan y, gracias al Ayuntamiento las familias no tienen tan cuesta arriba subir a Almanjáyar. Una de las medidas que ha implantado el Consistorio ha sido los bonos de consumición para desempleados en la caseta municipal. Una medida que está teniendo una buena acogida. "El 20 por ciento de los tickets que vendemos son para personas en paro, jubilados o estudiantes", explica la taquillera. Los interesados tan sólo tienen que presentar en la taquilla su tarjeta de desempleo o su carné de jubilado o estudiante para obtener los descuentos. "El bono de 30 euros se queda en 24 para estas familias", apunta la mujer.

Y hay más descuentos. En los columpios más de 6.000 niños están disfrutando de tickets gratis gracias a los feriantes y, por su parte, los caseteros también han querido arrimar el hombro. "Hemos puesto los llamados menús anticrisis y los precios no los hemos subido", explica un casetero de toda la vida. Curiosamente, ellos han sido uno de los colectivos que frente a la crisis han optado por unirse y superarla, catorce casetas más animan un recinto ferial que no se ha quedado desierto en tiempos de estrecheces.

La solidaridad también ha llegado a los transportes y las familias con miembros en el paro pueden encontrar ofertas en el bonobús para el bus ferial. El área de Movilidad pone a disposición de estas familias una tarjeta que cuesta dos euros (que se devuelven al final de la feria) con 14 viajes. Además, ha incrementado las líneas y el servicio. Como es de esperar, nunca llueve a gusto de todos y, este año, estas medidas han acabado por perjudicar al gremio de los taxis. "La cosa está difícil de por sí y ahora con el servicio de autobuses tan amplio y con tantas rutas tenemos mucha menos clientela. Aunque entendemos que se creen ofertas así para las familias que tienen menos", apuntan los trabajadores.

En cualquier caso, si la intención del Ayuntamiento de la capital era ayudar a los que menos tienen, parece que se ha conseguido. En muchos casos, la sonrisa de un niño que se monta en un columpio, la mirada sincera de una mujer que vende patatas asadas y el paseo que se puede dar cualquier padre con sus hijos es el mejor balance del que se ha venido en designar como el Corpus de la crisis.