Corpus

El ferial, de recogida tras una semana "ilusionante"

  • Los operarios retiran los últimos excedentes de un Corpus que los caseteros valoran positivamente.

El recinto ferial de Almanjáyar volverá a ser una inmensa explanada en apenas unas horas, cuando los últimos camiones de los feriantes hayan retirado el amasijo de hierro de las atracciones. En ese momento, la instalación de la zona Norte recuperará la estampa que prevalece allí durante los otros 358 días del año. El balance no puede ser mejor. Y es que, según una primera estimación de la Federación de Asociaciones de Casetas Particulares, "unas 400.000 personas han visitado este año el recinto ferial", reconoció ayer a este periódico José Manuel López Barajas, presidente de dicho organismo.

Barajas calificó la actual feria de "ilusionante", al tiempo que apostilló que han "notado un incremento de visitantes incluso en los días flojos". El portavoz de los caseteros granadinos fijó como retos de futuro para la consolidación de la feria dos puntos: "Seguir trabajando para recuperar la mejor versión de la feria" y "conseguir que se termine la remodelación lo antes posible", objetivo este último que esperan como muy pronto "dentro de dos años por el tema económico". "Cuando terminen las elecciones podremos hablar de plazos con el nuevo equipo de Gobierno", aclaró Barajas, quien no pudo confirmar si la nueva corporación municipal "mantendrá al cien por cien el proyecto original".

A pesar de todo, el representante de los caseteros evidenció el buen entendimiento con la cúpula socialista. "El alcalde ya nos transmitió que hay que actualizar la normativa del ferial para estar al día", avanzó antes de sentenciar que "la seguridad y la reubicación de las casetas" jugarán un papel importante en la consolidación del ferial en los próximos años. Este año ha habido 63, algunas aterrizadas a última hora. Esas permutas sobre la marcha también quieren suprimirse en el futuro tal y como aseguró Barajas: "Ellos (por el Consistorio) no están dispuestos a que se sigan rellenando huecos".

Entre las causas que han posibilitado ese principio de repunte del Corpus, el presidente destaca que "se han vuelto a organizar concursos que han hecho que las casetas recuperen ese punto familiar". "Además hemos visto un gran compromiso por parte de la clase política", celebró. Sin entrar en cifras concretas sobre el impacto económico que ha supuesto para las casetas el incremento de asistentes, realidad que remitió "a los restauradores", López Barajas sí que aseveró que "sólo ha habido que darse una vuelta por el ferial durante estos días para ver que el balance va a ser bueno".

Barajas avanzó que han conseguido "cerrar compromisos con empresas para que estén en la feria los próximos años". Al mismo tiempo que recordó que han "tenido gran afluencia de personas tanto por la noche como por la tarde". Según palabras del portavoz, "ha habido noches en las que se veían colas de hasta doscientas personas intentando entrar en las casetas". Mas las franjas de edad han sido más amplias que nunca. "Hemos podido ver a gente mayor paseando con sus nietos. No sólo nos han visitado los jóvenes", ilustró.

Los guarismos en materia de seguridad e incidencias los ofrecerá hoy el Ayuntamiento; mas la normalidad ha sido la tónica predominante en una semana en la que no ha habido ningún altercado de gravedad. Las denuncias por infringir la Ordenanza de la Convivencia han sido una de las actuaciones más recurrentes por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Mientras, las grúas dominaban ayer el skyline del entorno de Almanjáyar. Algunas atracciones, montañas rusas principalmente, requieren de una aparatosa y compleja infraestructura para ser desmontadas; lo que demorará algún día más la completa desinstalación de los artilugios mecánicos. Tanto por la mañana como por la tarde la arena de la 'calle del Infierno' estaba invadida por operarios y propietarios de los columpios afanados jugando a una suerte de tetris gigante para encajarlos en los tráilers.

Las casetas son otro cantar. Mucho más fáciles de replegar y con menos trabajo. A pesar de ello, el desalojo incluye barras, tarimas, mesas, improvisados tabiques y decorados interiores. Ese popurrí requiere de la coordinación de las numerosas empresas implicadas en el mismo: catering, interioristas y los propios caseteros. Aun así, las más madrugadoras tenían la faena prácticamente lista a primera hora de la tarde.

Dar una vuelta por el recinto ferial de Almanjáyar era lo más parecido a hacerlo por un paisaje cambiante. El sábado se respiraba un ambiente y ayer justo el contrario. Sin gente, sin bullicio y sin apenas un ruido más que el de los hierros golpeando unos contra otros apilados en el suelo; el aspecto tenía un punto desapacible. En apenas horas, la parafernalia se había desvanecido y el espectáculo había terminado.

Algún curioso se paseaba entre las calles de arena o albero de la instalación de Almanjáyar. Espontáneos que rompían con la monotonía de trabajadores llevando estructuras del interior de las casetas a las furgonetas una y mil veces. Casetas por decir algo. Ayer apenas eran ya carpas de plástico. Farolillos en el suelo y barandillas apartadas completaban un panorama que evidenciaba que lo bueno se ha terminado.

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