El Covirán volvió a ganar y se mantiene en todo lo alto de la tabla clasificatoria. Desde ahí arriba se ve todo más bonito, aunque no son pocos los equipos que andan pisando los talones a los de Pin. Pero mejor así. Se han disputado ya doce jornadas de la liga regular por lo que las cuentas son sencillas: faltan tres partidos para que concluya la primera vuelta de la competición y ya se sabe que los equipos que ocupen las dos primeras plazas disputarán la final de la Copa LEB Plata. Eso sí, ya puestos, mantener el liderato tiene premio pues el enfrentamiento por el título 'de invierno' se jugaría en el Palacio. Ser campeón de este trofeo, además de servir para lucirlo en las vitrinas, tiene el premio de que el vencedor, de no quedar campeón de liga jugaría los play off por el título siempre como local independientemente de la posición en la que termine el torneo regular. Eso sí, siempre en puestos de promoción. Eso sí, la Copa es el aperitivo..., el plato principal se llama ascenso.
con ritmo
Otra ciudad con tradición 'baloncestera' venida a menos es León, donde también se sueña con volver a tiempos pretéritos. El sábado se vieron las caras dos equipos conscientes de que aguas pasadas no mueven molinos pero que quieren volver a disfrutar del basket. Pero la realidad es la que es y en la pista el equipo que dirige Pablo Pin fue superior y sólo permitió alguna alegría a su invitado en el último cuarto. En esta ocasión se administró bien la ventaja.
desatado
La buena noticia estuvo en la portentosa actuación de Devin Wright, un jugador que ha de ser importante en el Covirán, sobre todo en los encuentros en lo que la escuadra nazarí se juegue el 'pescao' de cara al soñado ascenso a la LEB Oro. Hay que esperar que el jugador llegue en el mejor momento para el tramo determinante de la competición. Actuaciones como la del sábado le ayudan a hacer acopio de confianza.
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