El Palacio de Deportes echó el telón a la campaña 2009-10 con una derrota ante el Unicaja. Si no hay un verano 'movido', no será hasta el mes de octubre cuando el Club Baloncesto Granada vuelva a jugar en su pista. Antes, queda terminar la temporada el próximo domingo en la cancha del descendido CB Murcia, en un encuentro intrasdencente.

El conjunto de Trifón Poch quería despedirse de su afición con un triunfo que le permitiera, además, aspirar a superar su récord de victorias en una temporada, cifra que está en 15. Ahora, sólo se puede igualar.

El partido fue equilibrado en todo momento, pero apenas transmitió a las gradas. Había poco en juego. La emoción sólo estuvo en los aires de despedida de algunos jugadores que flotaron en el Palacio durante los 40 minutos. Así, Hendrix recibió una cariñosa ovación cuando fue eliminado. Y se le pidió que se quedara. Todos dan por hecho que no será así.

Más de dos minutos pasaron antes de que llegara la primera canasta. Al séptimo ataque, Gianella abrió la lata. Pareció como si el argentino hubiera dado permiso al resto de los contendientes para que empezaran a entenderse con el aro rival. Tras un corto intercambio de puntos (6-6), el Unicaja intentó poner las primeras diferencias con tres triples consecutivos de Neal (11-17, 6'10''). Además, los malagueños se encontraron con que Hendrix cometió la segunda personal cuando apenas se había sobrepasado el ecuador del cuarto.

Aguantó el primer empellón el cuadro granadino, que respondió con un parcial de 5-0 . Tras una segunda intentona visitante, la ventaja del Unicaja se quedó en sólo dos puntos a la conclusión de los primeros diez minutos (19-21), en los que Gutiérrez, sustituto de Hendrix, se hizo fuerte en el rebote defensivo. El argentino dio las primeras notas de la gran sinfonía que protagonizó ayer.

El segundo cuarto comenzó de forma prometedora con un triple de Hunter, pero luego el CB Granada pasó una pequeña pájara, con Rannikko muy dubitativo ante la mayor presión defensiva rival. Los locales tardaron tres minutos en anotar. Lo hizo Gutiérrez con otro triple (25-27). Incluso, poco después, se dio la vuelta al marcador al culminar el propio pívot, con otro triple, un parcial de 8-0 (33-28, a 4'22'' para el descanso). Con las mismas, los guarismo se voltearon en poco más de un minuto. El Unicaja pagó con la misma moneda... y algo de propina (33-38). Dos triples antes de llegar al intermedio colocaron a los de Poch nuevamente por delante: 40-38. En este cuarto, el CB Granada logró 18 de sus 21 puntos desde más allá de la línea de 6,25. Una canasta de dos y un tiro libre hicieron el resto.

En la reanudación, el CB Granada 'sólo' tardó dos minutos y medio en ver aro. Sus contrincantes gastaron menos tiempo. Ambos conjuntos volvieron a la pista con la intención de frenar el festival triplista del adversario. El ritmo anotador perdió velocidad, aunque se mantuvo la intensidad y la emoción, pues los guarismos se movieron durante todo el acto con escasas diferencias, casi siempre a favor de los de García Reneses. En los últimos compases fue el Unicaja el que se reencontró con el tiro exterior. Tres triples, los únicos de este acto, determinaron que la ventaja visitante fuera de cinco puntos antes de afrontar el último cuarto: 56-61.

El Unicaja volvió a la cancha dispuesto a romper el choque. Aprovechó varios balones que se le salieron a los locales y alguna indecisión arbitral para instalarse nueve arriba cuando apenas había transcurrido un minuto y 40 segundos (56-65). Un parcial de 4-0 fue un espejismo, pues tras un tiempo muerto visitante llegó un 0-5 que supuso la decena de puntos a favor del Unicaja tras un triple de Dowdell, que respondió como mandan los cánones a una defensa zonal de los granadinos (60-70, a 6'51'' del final).

En esta ocasión el CB Granada no encontró argumentos para responder a los presentados por su rival, que encontró en Berni Rodríguez a su principal estilete. Poco a poco el cuadro de Trifón Poch se fue consumiendo en su propia salsa y, a pesar de no tirar la toalla, no puso excesivas dificultades al Unicaja. La escuadra malagueña se limitó a dejarse llevar por la inercia que había cogido el final del encuentro para certificar la derrota de un CB Granada en el que ni Jazvin ni Jasen jugaron ni un segundo.