El Sevilla Atlético no llegó a Motril situado en la sexta plaza por casualidad. Esa casa, la sevillista, es una verdadera factoría de futbolistas, quizá la mejor cantera de España, lo que se demuestra siendo el único filial de la división de plata. Con una media de 23 años en el once inicial, los sevillistas mostraron su calidad y preparación física y se lo pusieron muy difícil a un '74' al que ayer le faltó esa pizca de acierto o de suerte en el área rival para salvar enfrentamientos frontales, directos y nivelados. El equipo de Tapia acaba con un notable la primera vuelta, en la que ha sumado 30 puntos, por encima del objetivo de la permanencia y muy cerca de la zona de ascenso.

Ya sabía Tapia que iba a ser una pelea dura. El míster mantuvo a Juanlu en el equipo y sólo hizo un cambio, el obligado de Benja por Crespí. Sin Aranda ni Paco Esteban, tiró de todo lo que tenía en ataque, y de nuevo encontró en Javi Guerra la definición que necesitaba, aunque fuera para sumar 'sólo' un punto. El Sevilla, pese a las bajas de hombres importantes como Lolo o Juan Pablo, gobernó el primer tramo del encuentro, y también el último, llegando al final del choque con más oxígeno que los granadinos.

Como en Málaga, el '74' salió espeso al campo y, de igual forma que siete días antes, el rival se aprovechó muy pronto de ello. Fue el primer balón colgado al área por los visitantes, un envío desde la izquierda que no despejó Benja y que Assemoassa convirtió, con un mal despeje, en una asistencia de gol. Alfaro no perdonó y, ayudado por los postes, batió a Jaime.

El filial era dueño de la medular gracias al trabajo de Armenteros y de Alfaro, y encontraba en Perotti (19 años y una calidad sobresaliente) su mejor aliado para atacar por la izquierda. El argentino coronó el primer cuarto de hora con un recorte y chut desde la frontal que hizo trabajar a Jaime (14').

Cuando el '74' rompió a sudar, ya caía. Torrecilla lideró la reacción y la batalla de la medular se equilibró con la ayuda de Gibanel, que corrió lo indecible y acabó desfondado en la segunda parte. También apareció Luque, sobre todo a balón parado, y de ahí comenzó a derivarse mucho peligro. Saizar envió fuera un rechace a la salida de un saque de esquina (19'), y al siguiente sí llegó el gol. Esta vez Luque sacó el córner al primer palo, donde Javi Guerra entró de cabeza para cruzarle el balón a Javi Varas. Tercer gol en otros tantos partidos consecutivos. La resaca del empate casi deriva en el 2-1, viviéndose hasta el descanso los mejores minutos del '74'. Otra asistencia de Luque y Guerra estuvo a punto de repetir, pero su cabezazo esta vez se marchó fuera (27').

El Sevilla desapareció en ataque y el cuero pasó a ser propiedad del '74'. Saizar, muy activo, habilitó a Guerra, pero la defensa se la robó (34'). De nuevo Luque, ahora de falta, llevó peligro al área asistiendo a Francisco, pero el balón acabó de nuevo en la esquina. Hasta seis corners botó el equipo de Tapia en el primer acto, con el denominador común en los últimos minutos de la presencia local muy cerca del área sevillista. La opción fue para Gibanel en el 38', aunque disparó en semifallo. Y para cerrar el periodo de acoso granadino, la mejor de todas, un nuevo centro de Luque desde la esquina, al segundo palo, y el remate de Javi Guerra, que llegó in extremis, se estrelló en el palo (43').

Galeote recompuso la moral de sus jóvenes jugadores en el tiempo de descanso y, ciertamente, el Sevilla saltó en la reanudación mucho mejor de lo que había acabado el primer tiempo. El almeriense Salva Sevilla entró ante la lesión de Armenteros, dándole a su equipo opciones sobre todo a balón parado.

Las llegadas al área rival fueron mucho menos intensas que en el tramo bueno del '74', y hubo que esperar hasta el minuto 20 para rozar algo de peligro: Gibanel chutó en buena posición y Francisco, atento, puso el pie para desviar el cuero, pero Javi Varas respondió con muchos reflejos para tocar lo justo. Dos minutos después el propio Francisco remató con demasiada timidez, poniéndoselo fácil a Varas. Respondió el Sevilla con una contra que casi culminó Alfaro, pero salvó Jaime en dos tiempos.

Los minutos comenzaron a caer como una losa y el Granada 74 no lo veía nada claro. Tapia introdujo a Elvis para refrescar el ataque, aunque el nigeriano estuvo precipitado y apenas tuvo opciones. También introdujo a Falcón por un desfondado Gibanel, y el toledano no respondió, pues le costó entrar en juego y apenas participó.

En el último tramo del choque se impuso el Sevilla físicamente, aunque ambos equipos, entrados en los últimos diez minutos, comprendieron que era mejor amarrar un punto que no sumar ninguno, especialmente un '74' que casi dejó de porfiar en ataque. Fueron minutos de nervios, de balones colgados, algunos de ellos comprometidos para Jaime, que estuvo tan atento y concentrado como acostumbra. También la defensa, que al principio del choque dudó, se mantuvo firme. Con el tiempo casi acabado Elvis pudo rematar de cabeza un envío de Juanlu, pero paró Varas. El pitido final fue mezcla de rabia y de alivio. Un punto es un punto.