Rafa Nadal cumplió con la lógica y se deshizo con facilidad del austriaco Jürgen Melzer en su estrenó en el Masters 1.000 de Madrid, venciendo con comodidad por 6-3 y 6-1.

Lo hizo en la pista central de la Caja Mágica que, y ante un público entregado entre el que se encontraba la reina Sofía. Tras un comienzo igualado en el que Melzer pudo mantener su saque , el primer break del balear llegó en el quinto juego. A partir de ahí el partido fue un monólogo del español, que sigue ratificando día a día que es intratable sobre la arcilla. El segundo set fue apenas un trámite. El manacorí no necesitó forzar la máquina para pasar de ronda y en el primer punto de partido que dispuso, sentenció.

Nadal se enfrentará al alemán Phillip Kohlschreiber en octavos de final, que superó al croata Marian Cilic por 6-1, 6-7 (5-7) y 7-6 (7-2). El choque puede ser un anticipo del que se verá en julio en los cuartos de final de la Copa Davis que se jugarán en Marbella.

Peor suerte corrió David Ferrer, que cayó con el argentino Juan Mónaco por 6-4 y 6-4. El bonaerense, verdugo en la ronda anterior de Feliciano López, cuajó un gran partido y demostró que la buena forma que exhibe últimamente le está dando sus frutos. Su próximo rival será otro español (el tercero), Fernando Verdasco, séptimo favorito, al que ha ganado las tres últimas veces en las que se ha enfrentado.

Además, del resto de la jornada destacó el abandono del checo Tomas Berdych, que allanó el camino de Juan Martín del Potro, quinto favorito, cuando éste dominaba por 6-2 y 4-1. Otro favorito que sigue adelante es Novak Djokovic, que superó al español Óscar Hernández, invitado especial, por un doble 6-3. El serbio, que jugará en octavos frente al italiano Andreas Seppi, criticó con dureza el actual sistema de puntuación de la ATP porque "si defiendes títulos, básicamente, no ganas nada". "Federer o Nadal se han impuesto en varios Grand Slams consecutivos y no han ganado ni un punto. Creo que es un tema del que debemos hablar", señaló el balcánico, que esta semana perdió una posición en el ranking mundial a manos del escocés Andy Murray pese a haber jugado tres finales consecutivas de grandes torneos y haber ganado dos títulos en las últimas semanas.