rugby

El poder de la convicción

  • La victoria del Universidad en la ida por el ascenso reafirma al equipo en sus posibilidades de subir más por su manera de jugar que por el resultado

Al Universidad le hará falta tener decisión a la hora de ir al choque en el partido decisivo.

Al Universidad le hará falta tener decisión a la hora de ir al choque en el partido decisivo. / PEDRO HIDALGO

Cuando el domingo acabó el partido entre Universidad y Majadahonda por el ascenso a División de Honor B, un equipo acabó convencido de su trabajo y el otro no tanto. La diferencia actual entre los dos conjuntos es de 14 puntos (dos ensayos transformados, para visualizar mejor lo que necesitan los madrileños para forzar el desempate). Una renta amplia pero a la vez escasa, tan fácil de remontar en un partido descontrolado como difícil de revertir si el oponente, en este caso el 'Uni', hace su trabajo como lo ha hecho durante todo el año. De ahí nace la convicción (no confundir con confianza) en que el domingo no se puede escapar el pase a la segunda división nacional.

LA SEMANA

Estas semanas suelen ser muy complicadas, sobre todo la tensión. Cuando se juega por orgullo y amor a un deporte, la autopresión es peor que para un profesional, que al final, haga lo que haga, cobra. Aquí se busca la satisfacción personal y la del equipo. En Majadahonda, y viendo las impresiones y los gestos tras el partido de Fuentenueva, tienen que trabajar mucho, pensar qué falló aquí, y buscar la manera de aventajar en tres ensayos a los granadinos. Tienen que trabajar mucho. En el 'Uni', sin embargo, la renta obtenida permite tener un colchón, mullido, soñado, de 14 puntos de diferencia, pero lo suficientemente débil como para no relajarse. Un simple mal pase entregado a un rival o un mal bote de la pelota en una patada a seguir bastará para que el Majadahonda se meta de lleno en la eliminatoria. Quizás la clave esté en disfrutar del juego y asentar, más si cabe, un guión de juego, una estructura de equipo que, de momento, no ha perdido un solo partido en lo que va de temporada. Quitar presión y acudir a los 'viejos amigos': al placaje, a la conjunción, a la pillería y la agresividad. Las conversaciones de entrenadores y capitanes son sus jugadores, en los dos equipos, obtienen rango de conjura.

FACTOR DE CORRECCIÓN

El Universidad de Granada ha tenido y tiene un punto muy a su favor durante esta fase de ascenso: su fondo de armario. Ha quedado demostrado muchas veces. Los cambios refrescan e impulsan al equipo mientras el rival boquea en busca de aire, cansando, y sin recambios de garantías. Me escamó bastante que el Majadahonda no fuese capaz de agotar sus cambios el domingo pasado. Sólo hicieron cuatro. La otra mitad se quedó esperando a entrar en el partido. ¿Estrategia para guardar gente para la vuelta o es que los madrileños tienen poco más? Esa es la duda. Sí está claro que los de norte de la capital corregirán el factor campo, que en rugby y a este nivel no es solo jugar en casa, sino recuperar a jugadores que por motivos, la mayoría de las veces laborales, no pueden faltar a su trabajo durante todo un fin de semana. Seguro que Majadahonda tendrá más profundidad de banquillo para el partido decisivo.

LO FÍSICO

También hay que enfocar otro aspecto para el duelo en el Valle del Arcipreste: está previsto que en Madrid se rocen los 40 grados de temperatura el domingo a la hora del partido... Y menos mal que se juega en césped natural. El Universidad, merced a esta sequía, lleva tiempo entrenando y jugando a tope con temperaturas muy altas. Tener recambios suficientes en el banquillo debería bastar para contener a otro rival. De la misma forma tendrá que pelearlo el Majadahonda, que quizás haya jugado más encuentros pero con un calor menos asfixiante que, por ejemplo, el que hizo en la final andaluza entre Universidad y Jaén.

LA ÚLTIMA MOTIVACIÓN

Dentro de la convicción en que, jugando como el 'Uni' lo ha hecho durante toda la campaña, las posibilidades de subir se incrementan de forma considerable, el equipo tiene una motivación más: al igual que el año pasado se bajó perdiendo todo, querer subir en esta ganando todo. Sería cuadrar el círculo. Quedan 80 minutos para resistir.

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