Más que amenaza, la recesión económica -el túnel en el que se sumerge una economía cuando acumula dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo- es ya una realidad que llama a las puertas de las grandes potencias del planeta. El primer gigante que cae en el agujero es Alemania, tercera maquinaria productiva mundial y locomotora europea. Lo hizo oficialmente ayer, cuando la Oficina Federal de Estadísticas confirmó que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo un 0,5% entre julio y septiembre, arrojando así números rojos durante un semestre completo. La noticia es un auténtico jarro de agua fría en el corazón del continente, sobre todo ahora que los planes de rescate gubernamentales parecía que conseguirían frenar la hemorragia de las turbulencias.

El panorama pinta así bastante negro para el mundo desarrollado y los países emergentes, cuyos líderes se verán las caras mañana en Washington para intentar remover las bases de los maltrechos mercados de capitales. Hasta allí llegará, también con malas noticias, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, porque hoy el INE confirmará la peor noticia económica de los últimos años: el PIB nacional, como ya adelantó hace dos semanas el Banco de España, se hundió en el tercer trimestre del año hasta marcar un crecimiento negativo del 0,2%. España, que hace poco disputaba según el jefe del Ejecutivo la "Champions League de la economía", queda de esa forma también en el alambre. Si el periodo octubre-diciembre confirma el retroceso, la recesión habrá atravesado los Pirineos.

Por si faltaran indicios, ayer le tocó el turno de los malos augurios a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que prevé que la economía se contraiga en 2009 un 0,9% en EEUU, un 0,5% en la Zona Euro y un 0,1% en Japón, las tres grandes áreas. Asimismo, estima que el crecimiento del conjunto de los 30 países miembros de la organización retrocederá un 0,3% el próximo año.

El economista jefe de la OCDE, Jorgen Elmeskov, aseguró que estos países ya están en recesión, aunque arrojó algo de luz al negro escenario: la recuperación comenzará a partir de la segunda mitad de 2009. El organismo prevé que la Eurozona crezca este año un 1,1%, después de que en el tercer y cuarto trimestre sufra recortes del 0,5% y 1%, respectivamente. Para el próximo año, calcula que decrecerá entre enero y marzo un 0,8%, y entre abril y junio lo hará un 0,4%. A partir del verano comenzará su recuperación, con crecimientos del 0,1% en el tercer trimestre y del 0,7% en el último. Mientras, el paro de los 15 se situará al cierre del presente ejercicio en el 7,4%, hasta alcanzar en 2010 el 9,1%. Mejores noticias para el IPC, que se acercará este año al 3,5% pero se moderará en 2010 hasta el 1,4%.