Los años no pasan en balde, ni para las estrellas de Hollywood. Y es que, por mucho pacto con el diablo que hagan, las velas de la tarta aumentan cada año. ¡Y las tallas también! Una de sus musas, como es Julia Roberts, no iba a ser para menos.

La actriz reapareció en el estreno estadounidense de la nueva película de Tom Hank, Larry Crowne, en la que ella es coprotagonista, muy elegante con un traje de chaqueta color negro; uno de los recursos más elegantes, con el que nunca se falla y, además, con el que mejor se disimulan los kilitos de más. Éste es el caso de la hollywodiense, que, aunque muy guapa, luce una figura un poco más redondeada que de costumbre. A sus 43 años, Roberts, una de las intérpretes más aclamadas de la meca del cine, ha demostrado ser de carne y hueso.