Política

"Chiringuitos", vaticinios y reproches para poner fin a la etapa de Luis Salvador en Ciudadanos Granada

  • Edmundo Bal tilda de "chiste" que el excoordinador provincial naranja y exalcalde de la capital augure el "fin" de la formación

Luis Salvador y José Antonio Huertas.

Luis Salvador y José Antonio Huertas. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

La nueva era de Ciudadanos Granada no termina por despegar como tal, sin cargas. O al menos no en cuanto a desligarse de las acciones del que hasta hace una semana era su coordinador provincial Luis Salvador. Sí, el partido ya tiene nuevo dirigente en la provincia -este martes se confirmaba que Joaquín López-Sidro era el designado por el Comité Permanente del partido para asumir la responsabilidad-, pero los últimos movimientos del que fuera máximo responsable granadino de la formación naranja, que podría decirse que dio la extrema unción al partido tras vaticinar su "fin" a nivel autonómico -"van a borrar a Cs de Andalucía", expuso Salvador en una carta de despedida enviada a los afiliados-, han provocado la respuesta de Madrid. "Que ahora vaticine lo que puede ser el futuro del partido me parece de chiste", valoró la mañana de este miércoles el vicesecretario general de Cs, Edmundo Bal.

La expulsión de Luis Salvador de Ciudadanos no es de esas salidas con las que uno puede hacer borrón y cuenta nueva. Ni para bien, ni para mal. Y eso es algo que se ha sabido siempre desde el seno de un partido en el que, con su trayectoria, el exalcalde de la capital granadina se ha ganado tanto adeptos como detractores. Así se ha visto durante estos años -basta recordar cuando amagó con disputarle la dirección andaluza a Juan Marín, para luego acabar firmando un pacto de no agresión una vez ostentaban uno la alcaldía de Granada y otro la vicepresidencia de la Junta- y así se ha comprobado durante su última etapa dentro de la formación naranja. "No es de esas personas de las que se puede decir eso de tanta paz lleves, como paz dejas", comentaban desde dentro del partido a este diario y así se está comprobando estos días.

Desde que Marín anunció hace una semana la decisión de dar de baja a Salvador por desobedecer la disciplina de partido, ninguno de los demás representantes del mismo se había pronunciado al respecto. ¿La intención? Que la formación naranja siguiese su camino alejándose lo máximo posible de un Luis Salvador que, por contra, sigue muy presente en la misma. Así se vio cuando este lunes hizo llegar una carta de despedida a los afiliados y también con la renuncia como coordinador local de Granada de César Robles, quien también se despidió del cargo por carta repitiendo muchos de los términos que previamente había ya hecho públicos el exalcalde de Granada, aunque este sí se queda, de momento, como militante.

El vicesecretario general de Ciudadanos, Edmundo Bal. El vicesecretario general de Ciudadanos, Edmundo Bal.

El vicesecretario general de Ciudadanos, Edmundo Bal. / Fernando Alvarado / Efe

Y claro, tras las idas y venidas que ha tenido Ciudadanos a todos los niveles sobre todo en los últimos meses, lo último que podía permitirse la formación es no salir en defensa de sus siglas después de que Salvador tratase de darlas (casi) por muertas. Primero, lo hizo oficializando que López-Sidro, un hombre de confianza de la regional y, por ende, también a nivel nacional, con trayectoria en la Junta de Andalucía –institución baluarte de la que hace gala Cs para defender su gestión–, asume las riendas en Granada y después con las declaraciones públicas de quien es la voz autorizada del partido desde la dirección nacional: Edmundo Bal.

"La carta de mi excompañero Luis Salvador, una persona que ha desobedecido las instrucciones expresas de este partido, que además incluso se las di yo, hablando con él personalmente y por escrito, que ahora vaticine lo que puede ser el futuro del partido me parece de chiste", manifestó el vicesecretario general naranja durante una rueda de prensa ofrecida en la sede de Cs, en Madrid, la mañana de este miércoles.

"En Ciudadanos trabajamos por los que están en el partido, no por los que se van del partido a otras formaciones y únicamente con una pretensión puramente personal", manifestaba en referencia al acercamiento de Salvador al PSOE, partido al que ya perteneció en el pasado y que le ha dado competencias como concejal, después de que apoyase la investidura del socialista Paco Cuenca, junto con quien ahora ostenta la tercera tenencia de Alcaldía, José Antonio Huertas, también expulsado del partido naranja. Y es que Salvador asume las áreas de Estrategia 2031, anillo verde, internacionalización de la marca Granada y GRX cardiosaludable, algo que para Bal suena "muy a chiringuito" y que es el ejemplo de la búsqueda de tener "futuro político" a nivel personal.

"La estrategia 2031 de Granada son las competencias que se le van a atribuir en el gobierno de un alcalde imputado al cual votó favorablemente el señor Salvador y el señor Huertas y que motivó su expulsión inmediata del partido después de la tramitación del correspondiente expediente", prosiguió el naranja, para confirmar que pese a que "han presentado alegaciones" -lo hizo tan solo Huertas, según confirman fuentes del partido-, "esta expulsión es ya firme".

Así, Edmundo Bal trata de cerrar el capítulo de Salvador en la formación naranja y alejarlo de ella, aunque, como bien dicen, en política no hay nada escrito y aún pueden quedar muchos coletazos respecto a este asunto

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