Si un restaurante nace por el amor a la cocina, por ese apego casi místico que tiene el hecho de ofrecer lo mejor de ti a quien cruce el umbral de tu casa, lo mínimo que se garantiza es una experiencia para no olvidar. Esto mismo sucede en el corazón del restaurante La Recacha, ubicado en el populoso barrio del Zaidín. Este lugar nació por puro amor a la cocina allá por el año 2009, aunque esa vez se situaba en la localidad de la Zubia. Fue en 2011 cuando sus dueños, el matrimonio formado por Irene Gazquez y Manuel Gallego, decidieron trasladar el restaurante a su calle actual.

Desde aquel día se hicieron parte imprescindible de su barrio y lugar de referencia gastronómica, especialmente por sus croquetas caseras, de las que tienen hasta ocho variedades distintas.

Sugerencias:

La artífice de todo esto es Irene Gasquez, que según cuenta su marido, gracias a su amor por la cocina y la gastronomía decidieron dejar sus trabajos y emprender este viaje al más hondo de los placeres: el de la comida.

En este lugar, que ofrece menús diarios cada día -siempre variados y con productos de temporada- cuenta con una clientela madura que busca además de probar un buen plato y un rato de tranquilidad en familia. Con zona de restaurante y barra, La Recacha también tiene tapas "pequeñas y de calidad", cuenta Manuel Gallego.

Con una carta variada y muy cuidada, este matrimonio ofrece un tipo de cocina tradicional con toques de alta cocina moderna, como por ejemplo la incursión de ingredientes asiáticos en sus platos.

Empezando por las croquetas, que le han valido el premio de ser las quintas mejores de España según Directo al paladar, sus variedades son: de pollo; de queso con pasas; de bacalao; de espinacas con jamón; de rabo de toro; de setas con puerro; de puchero y de morcilla con manzana caramelizada.

En clave vegetal, La Recacha ofrece el típico tomate aliñado, la ensalada de la huerta, la de queso de cabra caramelizado, pera y pistachos, la de timbal de kumato, aguacate, granada y bacalao ahumado.

Para picotear con un buen vino -cuentan con más de 20 etiquetas- destacan el carpaccio de solomillo de ternera, el de bacalao, las gulas al ajillo con huevos rotos y patatas paja, la milhoja de berenjena, pimiento del piquillo y queso de cabra, las pavías de bacalao, la tempura de verduras y langostinos, las minitostas de salmorejo con jamón o las de queso de cabra con mermelada de pimiento rojo.